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Así son ellos. Tienen tanta rabia, tanto odio acumulado contra todos los que no siguen sus consignas, tanto, que llegan a amenazar y, quién sabe si no a ejecutar, de muerte al juez Castellón. Se han descubierto estos comunistas de mierda. No digamos ya de su líder, el payaso comunista, que de casta -ya lo hemos dicho- le viene al galgo. Ahí lo tienen, al valiente matón y chulesco personaje barriobajero. El que exigía a todo el mundo su dimisión, por tan solo pisar el suelo sin su permiso, no tiene los suficientes bemoles -por eso no se puede colocar aquí otro calificativo- para ser consecuente con sus exigentes consejos-amenazas. El sinvergüenza coaccionaba a todos: hagan lo que yo ordeno, pero no lo que yo hago. ¡Valiente mequetrefe. Analfabeto, pero malo!
Continúa sin dimitir el payaso comunista. Está ahí, escondido como un cobarde, refugiado en sus privilegios que le otorga la ley por ser miembro del Gobierno socialcomunista y diputado. Está aforado, lo que él calificaba como vergüenza de la casta, pero que sigue a pies juntillas. ¡Algo más que cobarde sí que es! Mientras, el juez que ha pedido al Supremo su imputación por tres delitos -no por uno, ni por dos, sino por tres- ha comenzado ha recibir y sufrir un asqueroso y continuo criminal acoso a través de las redes sociales. Es un acoso subido de tono, de sicarios amenazándolo de muerte. ¡Mecuagüen, como su jefe, el payaso comunista, no se atreven a dar la cara! Pero, ojo, que estos son capaces de atacar físicamente al juez, en cualquier momento. Así actúan los comunistas en Irán, en Venezuela y en Rusia, por citar algunos países amigos admirados del payaso comunista.
Y afirma el payaso comunista que se siente como si fuera un golpista catalán. Él sabrá como se siente, en efecto. Pero, los golpistas catalanes -elPuchi y elYunqueras y demás acompañantes- son unos delincuentes y por eso están en la cárcel. Están presos, penando, porque delinquieron, no por ser políticos, sino por verdaderos chorizos. Si el payaso comunista se siente así, es su problema. Dentro de nada, puede decir que se siente como un preso etarra; también será su problema. Ambos, golpistas y terroristas, son sus amigos y socios que ayudaron a Sánchez -y por tanto a él- a llegar a ocupar el Gobierno de España.
Tampoco resulta sorprendente que considere su estado, su situación anímica, pareja a esos aliados, que, como él, están pretendiendo romper España. El payaso comunista, que trataba de pasar como víctima en el "caso Dina" -ahora "caso Dina-Iglesias"- puede resultar imputado por tres delitos, es decir pasar de víctima a delincuente. Todo depende del Tribunal Supremo y de que la "fiscala" General del Estado, la socialista -exministra de Justicia, Dolores Delgado, otra que tal baila- no se meta de por medio. Si ya tenía ganas ya el payaso comunista de una remodelación urgente de los órganos judiciales, del Poder Judicial, por lo que se le pudiera venir encima.
De todas formas, se la ha jugado a fondo -era también su obligación- el juez Castellón con pedir al Supremo que impute al payaso comunista por tres delitos. Porque la decisión última la tiene la Sala del Supremo que preside -¡Casualidad!- el juez Marchena. El mismo juez que presidió el juicio contra los golpistas catalanes; la Sala cuyo tribunal rebajó la calificación del delito de rebelión a secesión, y menos mal que no les quitó lo de malversación de fondos públicos. Pero, un paso importante, al menos se ha dado: elViceDos de Sánchez está a las puertas de ser juzgado y han quedado al descubierto sus miserias, que son muchas.
Pobres los socialistas de base, los que pagan religiosamente su cuota mensual sin que nadie les consulte nada. ¡Qué vergüenza estarán pasando! Pensar que tienen metido en el Gobierno socialcomunista a semejante payaso y que elPresiSánchez continúe mostrándole su apoyo incondicional y lo mantenga como integrante del Gobierno. Ahora que, en esto de la política, lo que hoy es rojo mañana es negro. O peor aún, que vuelen las navajas traicioneras hasta clavarse en su destinatarios.
Ahora, lo único cierto que hay es que la Audiencia Nacional se la ha clavado al Gobierno socialcomunista echando para atrás el confinamiento que Sánchez impuso a Madrid, a cuenta del coronavirus. Es una de las obsesiones prioritarias -de las muchas que tiene Sánchez- la presidenta madrileña, Ayuso. Sánchez ha quedado en ridículo, junto a su ministro Illa y elEnterrador Simón. ¡Vaya tres patas para un banco! Pero, no va a parar Sánchez para arruinar Madrid, sanitaria y económicamente. Es capaz, y ya lo ha insinuado, de declarar el estado de Alarma para la comunidad madrileña. Es muy vengativo.