Tiene de sobra para elegir cortinas de humo o “serpientes
de verano” elPresiSánchez. Comenzó
por Franco, con el “desentierro” del
dictador. No mataba al caudillo, evidentemente, pero sí a dos pájaros de un
tiro: “sulivellaba” al personal y suavizaba –aunque sólo fuera en parte- la
vista de la cruz del Valle de los Caídos
por parte de su amigo el podemita elPabloManué
desde su finquita de Galapagar, Villa Tinaja, la que le costó seiscientos
mil euros. Pues, eso. Pero esa cortina se le ha quedado corta. Ahora puede
contar con el traslado de etarras –que no acercamiento-, el máster de Casado y
hasta con el nuevo trabajo de su esposa Begoña.