Necesitamos una presidenta que sepa imponer
orden en la sala, no que pida perdón a los podemitas
La próxima bufonada, no sería de extrañar, podría ser un calvo colectivo de toda una fila de diputados orientados hacia las cámaras de la teuve del Congreso de los Diputados. Es un decir, no quiero dar ideas. Debido a la incapacidad de la presidenta de la Cámara, Ana Pastor, ahí puede ocurrir de todo. Resulta hasta graciosa -por no llorar- que laPastor diga ahora que no quiso llamar al orden al diputado podemita que portaba la bandera republicana durante la intervención del Rey, porque lo importante era escuchar el discurso del Monarca. Le faltaron huevecillos, claro.