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lunes, 2 de noviembre de 2020

El Enterrador Hannibal Lecter

Si esta machada de elEnterrador Simón contra las enfermeras la hubiera dicho un otro cualquiera que no estuviera relacionado con el Gobierno socialcomunista ya había ardido media España, mientras la otra media esperaba su turno para lo propio. Pero, como lo ha dicho ElEnterrador sinvergüenza -pero, eso no es de ahora- y mentiroso e iletrado, no pasa nada. Ni ha pedido perdón -que lo mismo da-, ni dimite, ni lo cesan. ¡Que viva la Pepa! Es que ya llevamos prácticamente tres días con el asunto y es ahora cuando a los de laPepé se les ocurre pedir responsabilidades. ¡Qué falta de reflejos! Ahora se les ocurre denunciar a ElEnterrador ante el Observatorio de Imagen de las Mujeres. 

La respuesta a la pregunta que le plantearon dos cómicos a elEnterrador -que por cierto abandonó una rueda de prensa para escojonarse con los cómicos, o lo que sean-, ya era materia más que suficiente para que el Observatorio de Imagen de las Mujeres entrara en juego, a trapo, contra el pseudocientífico y presentara una denuncia por machista y exigiera al Gobierno su inmediato cese. Porque, ya me dirán, que si no es motivo suficiente para el Observatorio la respuesta de elEnterrador a los entrevistadores que le preguntaron que si le gustaban "las enfermedades infecciosas o las enfermeras infecciosas" ElEnterrador, entre risas, aseveraba que no les preguntaba "si eran infecciosas o no, eso se veía unos días después".

Ni buen mozo ni bien "hablao". Ahora que también la pregunta se las trae. Los hermanos Pou -que no Pau- también deberían esconderse, por su parte, bajo las piedras. Tanto elEnterrador como los yutuber hermanos son, ni más ni menos, que unos groseros despreciables, que, a buen seguro, no le habrían hecho esa pregunta de tener algún ser querido o allegado en la profesión de la enfermería. Son, ciertamente, despreciables los tres.

El sindicato mayoritario de la Enfermería ya ha denunciado a elEnterrador, a quien ha pedido que pida perdón. No solo debe exigir el sindicato un perdón "que no lo volveré a decir", sino que le ha de exigir que dimita o, en su caso, que sea el Gobierno socialcomunista el que lo cese. ¡Pero, ya! Tampoco puede andarse con rodeos el sindicato de Enfermería, que representa a un gran colectivo, que no se merecen -y menos en los tiempos que corren- las vejaciones de los hermanos Pou -que se están haciendo famosos gracias a ellas- y mucho menos aún de elEnterrador, que ocupa un cargo oficial. Si este elemento continúa ocupando el cargo terminará convirtiéndose en un depredador, en un Hannibal Lecter.

Lo más sorprendente es que no sea la ministra de Igualdad, la excajera de supermercado y compañera del payaso comunista en Galapagar, la que no haya realizado públicamente la denuncia contra Lecter-elEnterrador. Ella es la ministra de Igualdad, la que debe velar para que no se produzcan estos hechos, y menos con publicidad y alevosía. Ahora que qué se puede esperar de una señora que está a favor de que los empresarios despidan a sus empleadas cuando se encuentran de permiso postparto. Eso fue lo que los podemitas han hecho con su compañera-camarada de partido, la andaluza Teresa Rodríguez, expulsada del grupo del partido en el Parlamento Andaluz. "La política no se para", le respondió la ministra de Igualdad para justificar la expulsión, cuando la andaluza estaba de permiso postparto.