Así como quien
dice danzad, danzad malditos, el nazi presidente de la Generalidad va y se lo
suelta a los violentos -mañana serán sanguinarios- de los CDR. Estos, a los que les hace falta poco para emprenderla a palos,
no le están haciendo ni puñetero caso, en realidad están haciendo lo que realmente les viene en gana. El obediente a “la voz de su amo” está desquiciado, he perdido el
norte, necesita de una cura psiquiátrica, y no de un día. De las cargas de los
mocetes de la Escuadra sólo ha dicho
que hicieron lo que debían, pero ni tan siquiera ha salido en su defensa, ante
las acusaciones e improperio de los bárbaros; pero, es que tampoco se ha
pronunciado sobre los desmanes y la barbarie de hoy, es más ha alentado a la violencia.