A los alemanes es que no les entraba en cabeza que tras el triunfo del “no”
en el referéndum de ayer los griegos montaran por las calles un jolgorio masivo
para celebrar su ruina. Cómo se nota que los alemanes de Alemania no son griegos de la Grecia.
Evidente. Estaban tan “enjuergados” el domingo-noche los helenos del “no” como
para acordarse de los alemanes. ¡Para una vez que ganaban algo sin tener que
pagar intereses! Lo peor fue la resaca, a hora bien temprana, con la fresca, en
el desayuno, y no por la dimisión de Varufakis,
no -que ese no va a pasar necesidades-, sino porque con la luz llegó el día,
que siguió a la noche, donde todos los gatos eran pardos.