Lo de los belgas, ya está bien. Se están pasando con España, y al igual que hizo que no hizo
el exPresiRajoy, así sigue, igual,
el nuevo presidente del Gobierno de
España, Pedro Sánchez. Ninguno
de los dos le plantó cara al gobierno belga, ni al alemán, para “rescatar” de entre
sus garras al “hombre bajito cabreado”. Antes y ahora sólo ha tenido arrestos
para ello el juez Llarena,
instructor de la causa contra los golpistas. Hasta que, al final, ha tenido que
ser el juez quien pida amparo al Consejo
General del Poder Judicial, ante el ataque “planificado, grosero y fraudulento”
de la demanda de los golpistas contra él, presentada y admitida en Bélgica.