Es la cantinela de todos los años, pero a medida que estos van pasando, la
cosa comienza a torcerse. En 2014 se produjeron un total de 1.688 fallecimientos
por accidentes de tráfico, superando en ocho esta cifra respecto al año 2013 -y
subiendo por primera vez el número de víctimas en once años-. Desde luego, si
no se buscan las causas, difícilmente se pueden poner remedios, en evitación de
que se produzcan estas escalofriantes cifras de muertos, que, a los que no le afectan,
son meros números, parte de una estadística, detrás de la cual existen
verdaderos dramas. Algo hay que hacer para evitarlo, o al menos reducirlos en
todo lo que sea posible.