Esto es como el cuento de nunca acabar, lo del "señor Lobo", que así es como se le conoce ahora al ministro de los Transportes. Que nunca mejor dicho, se lo ha cargado todo él solito. El marrón de la "dulce Delcy", la comunista venezolana, acusada por la Unión Europea de crímenes de lesa humanidad. De las incógnitas que quedan por esclarecer de su llegada a España todavía no se ha resuelto quién autorizó que su avión sobrevolara espacio aéreo español y, posteriormente, que aterrizara y ella pisara nuestro suelo patrio.