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miércoles, 4 de noviembre de 2020

ElEnterrador, a los altares

¡Ah, ahora ya le parece a Pablo Casado que es hora de pedir la dimisión de elEnterrador! El jefe de la oposición se ha dado cuenta de que el pseudocientifico es un lastre para España, que miente y, además, hace trato vejatoria de las enfermeras. ¡Ay, amigo! Ya iba siendo hora de que alguien le susurrara al oído que este hombre lo está haciendo mal, muy mal. Pero, quizá el que le susurró se olvidó de decirle que quien lo nombró fue la exministra de Sanidad y expresidenta de las Cortes, la pepera Ana Pastor. Que luego laPesoé lo aprovechó para sus fines y como cara de contención para que se estrellaran en ella las bofetadas dirigidas a Sánchez e Illa es otra cosa.

Por ello, no estaría de más que Casado pidiera, a su vez, disculpas, porque fue su partido el que descubrió y dio carrera a esta "joya" de la corona. Como se dice siempre, más vale tarde que nunca, que ya iba siendo hora de que laPepé se pronunciara sobre elEnterrador y sus desbocadas ocurrencias, que rozan la mezquindad y la sinvergonzonería. Por cierto, el Consejo General de Enfermería, que agrupa a más de trescientos mil sanitarios del sector, amagó y no dio el "hachazo" final para que elEnterrador, Hannibal Lecter, fuera destituido, cesado de manera fulminante. Los de este Consejo decían estar dispuestos a pedir una reprobación pública de elEnterrador, nada más y nada menos, que en el Congreso. Fuegos fatuos. ¡Qué no se habrá movido por detrás para que todo siga igual, como si nada hubiera pasado!

Porque, lo de las disculpas a las enfermeras está muy bien; no podía hacer otra cosa elEnterrador. Pero, de ahí a que no pase absolutamente nada, va un mundo. Como va otro en el miserable y ruin silencio de las feministas. ¡Ya nos tienen acostumbrados a esas cosas! ¡Son tan miserables como el que protagonizó los insultos: el que calla consiente! Y eso han hecho ellas. Como la no menos miserable ministra de Igualdad -la excajera de supermercado y compañera del payaso comunista de Galapagar-. No ha terciado laMontera en el asunto hasta que Hannibal Lecter ha pedido perdón. Desde ese momento ya hizo aparición la ministrilla, para ensalzar el gesto de elEnterrador, su gran gesto por pedir perdón; vamos, que de aquí a los altares, velado por las feministas y la propia ministra.

No tienen vergüenza ni se ruborizan estas gentes. Ahí lo tienen, al marqués de Galapagar, acusando a los de Vox de ser promotores de las algaradas callejeras nocturnas de días atrás -y de las que puedan venir-, cuando ni todavía la policía ha sido capaz de discernir entre chorizos de extrema izquierda, extrema derecha, antisistemas al estilo de "rodeemos el Congreso". Esperemos que algún día las Fuerzas del Orden nos lo aclaren. Desde luego el que suelta mierda por ese ventilador que tiene de eco es el payaso comunista. 

Se la podía morder el muy payaso, porque ejemplos tiene en su partido de violentos y violentas: ahí está el caso del rastas -secretario de Organización del partido- parlamentario ahora, que se esconde, porque apaleó a un policía, por lo que ha de ser juzgado. Tampoco se puede ir de rositas la podemita Isa Serra, que ha sido condenada a diecinueve meses de prisión por agredir a la policía. Es que hasta el propio payaso comunista se emocionaba, se alegraba, al ver cómo los manifestantes apaleaban a un policía que estaba en el suelo. Vaya ejemplar.