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Pero sí, pero no. LaLenguaTrapo "portavoza" del Gobierno socialcomunista hizo como que regañaba al ministro analfabeto funcional Garzón por atreverse con el Rey. O sea que sí desautorizaba Sánchez al comunista, pero no al payaso comunista, su ViceDos, que, lo mismo que el otro, osó insultar a Felipe VI a raíz de que Lesmes -presidente del Supremo y del CGPJ- hiciera público que el monarca le había telefoneado para expresarle el sentimiento por su ausencia de Barcelona en la entrega de despachos a los nuevos jueces. LaMontero regañó a Garzón -solo un poquito-, ni mencionó al payaso comunista y al ministro de Universidades, y salvó a Su Majestad.
Pero alguien tenía que llevarse los mojicones, porque eso no podía quedar así. Reñileta para Garzón. El Rey siempre cumple con la Constitución. Pues no le queda otro culpable a laLenguaTrapo que Lesmes. El presidente del Supremo y del CGPJ es el culpable de todo el embrollo, aunque no el único. Si Lesmes no hubiera dicho que lo llamó el Rey, en lo que era una llamada de "cortesía" nada de esto hubiera pasado. Porque -opina laLenguaTrapo- que una llamada de cortesía no es para hacerla pública. Eso sentencia la "portavoza". Pero, como tampoco podía ser de otra manera, la culpa también es de laPepé. ¡Faltaría más! Porque no se aviene a pactar los elegidos para renovar los órganos judiciales. ¡Y el pobre Casado sin enterarse de que era culpable, con Lesmes, del veto al Rey por parte de los socialcomunistas!
A todo esto, y coincidiendo con el millón de muertos en el mundo a causa del coronavirus, los dos gobiernos más importantes de España, el de la nación y el autonómico de Madrid, han llegado a un acuerdo para que todas las medidas para combatir el virus sean iguales en las ciudades de más de cien mil habitantes. Lo que se entiende por coordinación.
Esto quiere decir que, tozuda y cabezona, la pepera Ayuso se ha impuesto a Sánchez -de momento-, que poco menos amenazaba con entrar en Madrid con los tanques, si fuera preciso. Afortunadamente, parece que disminuye el número de contagios en la capital del Reino y que esta no se cerrará al público. ¡Tanto amenazar, tanto amenazar para luego no dar! Sánchez cede, porque esto se le estaba volviendo popularmente en contra. Pero que no baje la guardia Ayuso, porque este vuelve. Volverá con más ahínco, porque no deja de haber quedado en ridículo. Su acoso y derribo contra Madrid será aún más feroz. Quiere, ansía, adueñarse de Madrid.
¡Cómo no! No podía faltar en esto de la pandemia otro perejil comunista, que no es más gilipollas porque no es más grande. El portavoz comunista en el Congreso de los Diputados, el defraudador a Hacienda y que pagaba en negro a su ayudante. En efecto, Echenique sale a la palestra para reírse de las víctimas del coronavirus. Ya lo hizo el domingo, cuando una de las asociaciones de víctimas de la pandemia colocó cincuenta mil banderas de España en el madrileño Parque Roma en recuerdo a los cincuenta mil muertos, que el Gobierno socialcomunista no quiere reconocer. Ahora acusa a las víctimas de presentar falsas acusaciones contra el Gobierno Sánchez ante los tribunales, que considera no hacen más que provocar pérdida de tiempo a los jueces.
¡Faltaría más, hombre! Que un elemento como este quiera coartar la libertad de las víctimas a presentar cuantas denuncias consideren necesarias. ¡Cómo se ve que los cincuenta mil muertos no le duelen en absoluto! Puede que de donde él procede presentar denuncias por hechos similares hasta sea un delito: se equivoca el comunista, aquí eso es un derecho. Para que no lo olvide.