De miserables es poco calificarlos. Los exconsejeros de la Generalidad encarcelados y los Jordis, es decir los golpistas, han firmado una carta conjunta en la que felicitan a los mocetes de la Escuadra, dirigidos entonces por Trapero, por lo que consideran una gran labor la realizada tras los atentados del 17A, mientras que acusan a las Fuerzas de Seguridad del Estado -Policía Nacional y Guardia Civil- y al propio Estado de falta de colaboración y al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) de mantener una estrecha relación con el imán de Ripoll, al que se considera líder ideológico de los atentados de ese día.