Tenía que llegar, pero menos. Es decir, se veía que los de Pueden de Grecia querían tensar la cuerda, y lo fueron haciendo poquito a
poco, hasta coger por sorpresa a los negociadores. Ni cortos ni perezosos, se
montan un referéndum, cha, cha, cha. Los de Europa boquiabiertos y los otros de también Europa, los griegos, con la boca abierta igualmente. Y todos con el
fin de semana “amargaos”: los de los dineros que por qué nos monta esto y los
de sin dinero, los griegos, leñe, que por lo menos nos dejen libres de preocupación,
aunque sólo sea el día del Señor, y
encima con estos calores.