La marcha del cambio, de Pablo Iglesias

Estos de Podemos nos van a dar las navidades. Son igual de pesados y pelmazos que los partidos nacionalistas. Cansan, aburren, marean. Pero ellos, erre que erre. ¡Qué bárbaro! Lo dijeron hace unos días, y ahora vuelta con el mismo sonsonete. Es que van a convocar una manifestación en Madrid para el día 31 de enero, como demostración de fuerza del apoyo social con que cuentan. Pero, pero qué engreídos, qué chulos, qué miedo.

Y digo que nos van a dar las navidades, porque para ir caldeando el ambiente ya han puesto en circulación un vídeo, a través de las redes sociales, donde pretenden denunciar una presunta campaña de acoso contra Podemos.

Pujol y su sagaz familia siguen libres

A mí, que me lo expliquen, porque cada día entiendo menos. Resulta que media familia de los Pujol son chorizos, pero todos están en la calle, sonrientes y bien curaditos para que los saquen guapos en los papeles. Ni se van  caminito de Jerez, ni pagan fianzas, ni hay riesgos de que puedan destruir pruebas. !Jopé! Para jorobar todavía más al personal, la matriarca se regodea ante los medios de comunicación con bromas de mal gusto, vamos que de barriobajera para arriba; mejor se callaba, como ha venido haciendo hasta ahora. Y un juez -dios, dios, un juez catalán- se plantea sesudamente que de dónde puede venir el dineral amasado por Pujjol. !Del exilio, señor juez, del exilio! Vaya manera de plantearse problemas existencialistas. Menos marear la perdiz, por favor, y más actuar. Caramba.

Torres Dulce dimite y nos deja "tumbaos"

Torres Dulce dimite como Fiscal General del Estado. Eso dicen los "urgentes" y "los últimas horas" de periódicos y agencias informativas. Pues otro vendrá que bueno lo hará. Lo que fastidia de esto es que dice que dimite por motivos personales. !Toma ya! Cuando se dimite es por motivos personales, no se va a dimitir por motivos del vecino. !No te digo! Que diga por qué dimite en realidad. Y ya está, que no pasa nada hombre. En menudas ha estado metido este señor -con cara de ánima en pena-, para que ahora se calle el motivo real de la dimisión. Luego lo dirá, ya verán, pero, de momento, por motivos personales. !Y un carajo!