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domingo, 23 de julio de 2017

Ya no hay qué comer ni en las basuras



Estaban los hombres a “panpedir”, cuando se toparon con el podemita elPabloManué, que, junto a su chica y otros camaradas comunatas, entraba en un céntrico restaurante de la capital, de Madrid. No era el local de estos de comida rápida ni de bocadillos de calamares a tres euros la pieza, era todo un señor restaurante de los de comer y comer bien, con riego de buenos vinos y tertulia con café y copa –lo del puro, de “estrangis” en los “uvedoblecé”- y unos espirituosos de a cuarenta y cinco grados.