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¡Qué canallas! Les regalan un indulto, les perdonan años de prisión, de vida en cautiverio -que eso es mucho- y no acaban de salir y ya se están escojonando del benefactor, de elPrepotente y hasta de la madre que lo parió. Hombre, algo nos afecta a nosotros, pero sobre todo es la rabia que nos da, la impotencia de no poder impedirlo, el coño cabreo que nos entra viendo cómo un mequetrefe, que dice actuar por la unión y la concordia, se deja engañar miserablemente. Se creyó a pies juntillas lo que escribió el autor intelectual del Golpe de Estado, al que ahora llaman el bizcoin, y se entregó a los delincuentes; aunque, tampoco le hacía falta mucho esfuerzo para que lo convencieran.
Lo primerito de todo, antes tan siquiera de haber sobrepasado los límites de la prisión, ya gritaban que lo volveremos a hacer. Solo les hace falta tiempo. Sánchez les ha dado todo el tiempo del mundo, de manera gratuita; no les ha exigido ni un mísero plato de lentejas. Primera parte de otro Golpe de Estado anunciado. En breves se reúne con el hombre bajito y feo, pero chulo, de la Generalidad catalana. Lo recibe el presidente español en La Moncloa. El otro lo plantea, de entrada, como una reunión de jefes de Estado; además, le exigirá la amnistía para los delincuentes y un referéndum para la independencia. Menudo puntazo para elAragonés catalán si consiguiera la vuelta de a gratis del delincuente elPuchi y la absolución de los más de tres mil procesados por el UnoaCero y los disturbios callejeros, más bien guerra de guerrillas.
Pero, que no se engañe elPrepotente. Se agachó, se descuidó y dejó el serete al aire. ¡Es la realidad! Que estos no quieren otra cosa, que no sea el dinero. Son unos ladrones, que roban a cientos a España. Que son como una mafia, una banda criminal, como los Pujjjoles. Que se están gastando nuestro dinero, del que viven todos los separatistas. ¡De qué van a vivir ahora los delincuentes indultados! Pues, de la pasta gansa que nos están robando a España. Sigámoslos y veremos si alguno de ellos tiene un trabajo al cual incorporarse y, en su caso, si se incorpora. Su único trabajo lo constituye conspirar contra el Estado y, curiosamente, es el Estado el que paga.
Razón tiene la presidenta de la Comunidad de Madrid. A estos tipejos, chorizos y delincuentes, ni agua. Que se la dé Sánchez, si quiere, de su cartilla particular, no de los fondos del Estado. Si quieren la juerga, que dice Ayuso, efectivamente, que se la paguen ellos. No hay que olvidar que una de las razones por las que fueron condenados fue la malversación de fondos públicos. Pues, eso. Clarísimo. Van a seguir haciéndolo. Pena que el cobarde de Rajoy, cuando aplicó el 155, no husmeara y siguiera los caminos por los que los independentistas hacen correr el dinero público. No serían hoy tres mil los encausados; habría muchos miles más, todos los que viven del independentismo, que además de chorizos, son unos vagos.
Estos impresentables son los que defendía elPrepotente en el Congreso . Ya ha sacado una nueva cantinela, auspiciada por el cerebro de La Moncloa, Iván Redondo. Con aspecto humilde, dirigirse a la oposición acusándola de ofender y de insultar. ¡Eso, Iván, no cuela! Eso no es una razón de peso para impedir que el jefe de la oposición, Casado, le haya pedido la dimisión y la convocatoria inmediata de elecciones. También sería una manera de saber qué aceptación han tenido los indultos.
Tampoco vale cabrearse, de manera vehemente -o más- para defender a voces, pero sin argumentos la patochada socialdemócrata de los indultos a los delincuentes catalanes. Así, lo hacía así, el fray Bailón. Se fue arriba, el tío, como si se acabara de comer un pernil de cerdo. Allí anduvo a vueltas con el Antiguo y el Nuevo Tastamento. Bailón será bailón, pero fraile, que no se lo crea. ¡Qué sabrá este individuo de antiguo y nuevo Testamento! Hombre, que nos dé lecciones de comer tocino y limpiarse el morro con el puño de la camisa, vale. Pero, de otra cosa más bien poco o ná de ná.