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jueves, 18 de marzo de 2021

La irresistible ascensión del payaso comunista

¡Ay que ver lo de este indigente político! O miserable. Le está haciendo bien, pero bien de mosca cojonera a Sánchez, que quiere quitárselo de encima como sea. ¡Nadie lo quiere ya al payaso comunista! Su compañera del casoplón lo pone a parir porque no le echa una mano para cuidar a los niños, los tres de ambos, y tiene la ministra de Igualdad, laMontera, que llamar a su mamá o a la niñera si ella tiene que salir. No lo quiere su excompañero y fundador con él del partido, el vago Errejón, el que le escupió. Tampoco lo quieren en el Ejecutivo, que los tiene hasta el moño. Por no quererlo ni lo estima tan siquiera el terrorista etarra, elGordo Otejjji, quien no se muestra preocupado por su marcha, porque tiene contactos directos en el Gobierno. A los golpistas ni les preocupa, porque si se va poco puede hacer por ellos, con la amnistía o el indulto.

El payaso comunista tontoelpueblo y pijo ridículo de la casta de Galapagar ha caído en desgracia. Desde que quiso tocar el cielo y lo repudió San Pedro ha ido de mal en peor, aunque tratara de hacer creer que todo iba bien, que lo suyo era una irresistible ascensión. En poco tiempo llegó, vio y alcanzó la vicepresidencia segunda del Gobierno. Pero se pensaba que todo en la vida eran series de televisión. Y no, miren que no. Que hay que trabajar y partirse el lomo para llevar a casa el cocido. Bueno, eso es lo que hacemos la mayor parte. Otros son más afortunados y tienen ingresos en la misma casa hasta de dos ministerios. Sueldos de ministros. 

Pero, tiene muy mala leche el tío, y le encanta mandar a los demás que hagan lo que él les dice, pero no lo que él hace. Es que verán, se encabronaba todo él entero porque cuando cargos públicos eran imputados o juzgados y condenados no dimitían. O echaba espumarajos porque otros cargos públicos se enrocaban en sus aforamientos para que no fueran imputados por la Justicia. O echaba sapos y culebras por las puertas giratorias que atravesaban exministros o dirigentes de partidos políticos. O se regodeaba en el hecho de que los cargos públicos de su partido cedían parte de su sueldo para la Caja B, lo que resultó ser una mentira, al menos en las cantidades. O criticaba duramente a su compañero socialista del Gobierno de coalición, el exministro de Sanidad Illa, por no dimitir del cargo hasta que se inició la campaña electoral en Cataluña.

Pues, de todo ello le está cayendo en la boca, por bocazas, y por tanto abrirla y abrirla tanto. Velahí está ocupando todavía el ministerio de no se sabe qué, del que solo ha emanado una ley. Desde su despacho  anunció su candidatura a la comunidad de Madrid, por lo que los peperos lo han denunciado ante los tribunales. Está metido en unos cuantos jardines que han terminado o terminarán en los tribunales, pero que va a retrasar  su marcha es todo un hecho, y por ser aforado no dimite como diputado para retrasar actuaciones de la Justicia. Colabora poco con ella. Y resultó ser que era una realidad que los cargos públicos del partido cedían parte de sus ingresos para la Caja B, pero nadie sabe a dónde ha ido a parar ese dinero, que no era poco, aunque se sospecha.

Y se va a ir del Gobierno, sí, pero cuando comience la campaña por la conquista de Madrid, por el acoso y derribo de la Puerta del Sol y la de Alcalá si hace falta. Mientras, ya vemos, ahí sigue haciendo campaña como viceministro del Gobierno socialcomunista y atacando al Gobierno de coalición del que forma parte. Insulta y desprestigia a Sánchez, porque no hace lo que a él le apetecería con los precios de los alquileres y nombra ministra a una señora de su partido, cuando ni es tiempo ni forma. Porque los ministro los nombra el presidente del Gobierno y, además, él sigue ocupando un ministerio que tiene que dejar para que la ministra de Trabajo pase a ser viceministra tercera y la plaza de ésta pueda ser ocupada por la nueva, si así lo quiere el presidente del Gobierno, elPrepotente.

Dice Ayuso que el payaso comunista está acabado. Es muy probable. Pero Sánchez lo sigue ayudando, dándole más de cincuenta millones a la línea aérea Plus Ultra, que tiene tan solo tres o cuatro aviones para el desguace, pero que parece depender del venezolano Maduro y otras huestes. Es una manera de abrirle una puerta al payaso comunista, una puerta giratoria. Ya ven. En efecto, puede que esté acabado, y Sánchez lo quiere fuera del Gobierno y lejos, mientras más lejos mejor.