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viernes, 4 de marzo de 2022

Marlaska, como la barca del barquero

Vamos, que ya se lo pueden imaginar: escalera en mano, cigarro en la oreja acompañado de tres operarios, todos luciendo monos de trabajo azules, y tomando apuntes, para reforzar la valla de Melilla. Claro, velahí, no podía ser otro que Marlaska, el ministro de los Interiores, el juez que llevó el caso Faisán, del que nunca más se supo. Los subsaharianos llevan tres días que se lo pasan a lo grande. Saltando la valla -más bien asaltando el territorio español-, corriendo y atacando e hiriendo con garfios y palos a los cincuenta guardias civiles encargados de vigilar la valla de Melilla, porque otra cosa no pueden hacer contra hordas de más de mil atacantes, a los que luego se termina atendiendo con plácemes -cuidado con otra actitud, que si no protestan- y trasladando a la Península. ¡Es un genio el tal Marlaska, todo un cerebro superdesarrollado en un cuerpo de magistrado! 

Pues, nada, ahí seguimos, aguantándolo. De lo malo malo, el ministro ha reconocido que se han producido saltos inusitados, nunca vistos hasta ahora. Pero ni afirma, ni niega, ni descarta que se vayan a seguir produciendo, pese a que está convencido de que la colaboración de Marruecos es elogiable, aunque tampoco aclara mucho -más bien nada- si lo es con los atacantes o con España. O con ambos a la vez, para que no haya dudas y malos entendidos. Así, él se queda tan contento y piensa que nos engaña a todos, porque es, ya digo, un cerebro superdesarrollado en un cuerpo de magistrado. Es lo mismo que con los asesinos de la banda terrorista ETA, se los llevó a las prisiones de las provincias vascas y, ahora, resulta que él no tiene nada que ver con que los dejen libres; claro, es elUrcuyu ese, que no hace ni caso a las juntas penitenciarias y no los quiere en la cárcel por ahorrar presupuesto.

Estos de la progresía -reaccionarios de pacotilla- se piensan que en este país todos los que no tenemos carnetes de demócratas expedidos por ellos somos tontos y, si me apuran, malos ciudadanos de toda la vida o, si lo prefieren, poco menos que delincuentes, que somos incapaces de comportarnos como el propio pistolero, elGordo, Otejjji. ¡Mecachis hasta dónde hemos caído! Ahora, esta progresía, encabezada por elBandido Prepotente, ya le está instando al líder de laPepé en ciernes, es decir, Feijóo, que se atreva a reformar el Consejo General del Poder Judicial y  a hacer un cordón sanitario con los de Abascal. Pué que el gallego acepte, como hizo Casado con el Tribunal de Cuentas y el Defensor del Pueblo, el expáter Gabilondo, que va a investigar los abusos sexuales en los colegios de los curas. Las vueltas que da la vida.

Y, no es por hacer leña del árbol caído, pero a ver cómo resuelve Casado lo del dinero que todos los españoles vamos a tener que pagar para avalar la fianza de los delincuentes, chorizos y mal avenidos golpistas catalanes, que se van a ir de rositas después de financiar el Golpe con dinero público. Tendrá que dar, al menos, alguna explicación razonada y satisfactoria de por qué aceptó los cambios en el Tribunal de Cuentas, dominado ahora en su totalidad por la progresía sinvergonzona y descaradamente partidista en favor de los golpistas. Ya digo, que se lo descuenten de su sueldo a los del Tribunal, que no nos toquen nuestro dinero. Acaso alguien se atreva a denunciarlos por prevaricadores.