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Y esto se nos ocultaba a la ciudadanía, la carrera entre los directores de prisiones para ver quién logra liberar a más presos, o concederles la libertad a través del Tercer Grado; además, con un incentivo de dos mil euros en el sueldo. ¡Muy duro! O sea, que el director del penal de Logroño donde se encontraba encarcelado el asesino del niño Alex, el de Lardero, ya ha sumado puntos a su expediente para la fila del premio de los dos mil euros. Así se jactaba el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, de poner en la calle a cientos de presos o de trasladarlos de penal -como en el caso de los asesinos etarras-, a lo largo de los últimos años. Este amigo íntimo de Marlaska hacía pensar que todo era cuestión de estadísticas -mal hecho, de todas formas-, cuando el trasfondo -que se lo calló en su intervención en el Congreso, el pasado mes de abril- lo que latía era la pasta gansa, los incentivos, a costa de la seguridad de la ciudadanía.
De ser así, el ministro y los que se jactan en soltar presos y los que los sueltan no tienen perdón de Dios, ni de los humanos. Ya no tiene excusa el ministro Marlaska -el juez del caso Faisán, del nunca más se supo- para acudir al Congreso e informar: o lo afirma o lo desmiente. Si es lo primero, la responsabilidad política del ministro de los Interiores y penal, si cabe, sería manifiesta en la muerte por homicidio del niño de Lardero, pese a la defensa a ultranza que hacen de él plumillas de toda la vida, criados y amamantados en las páginas del diario oficial de los socialistas, El País. El asesino del pequeño Álex salió libre gracias a Instituciones Penitenciarias en contra de la opinión de la Junta de Tratamiento. Algo tiene que decir el ministro, algo tiene que explicar con urgencia. Está obligado.
Vamos a ver, porque todavía parece que las andanzas del asesino de Lardero -que ya mató hace años a una agente inmobiliaria- no han tocado fondo. La policía sospecha que puede haber sido también el autor de la muerte de otra mujer, el año pasado, durante el confinamiento. En principio parece que se trataba de un suicidio, pero las investigaciones policiales están relacionando esta muerte con el asesino de Lardero. Confiemos en que no haya cometido más asesinatos, aún por descubrir. En cualquier caso, podrían ser tres las muertes ocasionadas por este sujeto, para el que el magistrado designado por los comunistas para formar parte del Constitucional -Ramón Sáez Valcárcel- quiere librar de la Prisión Permanente Revisable. Él solo se retrata, el magistrado. Así son los comunistas.
Pero, oigan, que al final los comunistas se van imponiendo -por las buenas o por las malas- en todo lo que se proponen; bueno, con el consentimiento y aquiescencia de elBandolero Prepotente presidente del Gobierno de España. Sin ir más lejos, no hace ni veinticuatro horas declaraba para que se le oyera en Europa que de la Reforma Laboral solo se tocarían algunos aspectos. A día de hoy, ya habrá Reforma Laboral. No se puede ser más mentiroso ni más inepto ni más tramposo.