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sábado, 14 de noviembre de 2020

Rabia contenida

Es mucha, demasiada, la rabia contenida que se está acumulando este país provocada a causa del Gobierno socialcomunista. Prueba de ello es el recibimiento con abucheos que hicieron ayer los navarros a Sánchez a su llegada al Palacio de Pamplona. Este país no puede soportar por más triempo todos los desmanes de este Gobierno socialcomunista que día tras día suma una afrenta más, cada cual más deplorable, y algunas saltándose la Ley, la Constitución. No puede soportar este país los pactos del Gobierno con los asesinos etarras, que van a Madrid a "destrozar" el régimen, curiosamente, utilizando el dinero de los españoles, el de nuestros impuestos.

Los socialcomunistas han vuelto a ratificar estos acuerdos a través del gobierno navarro, el de la socialista Chivite. Para que los Bilduetarras apoyaran sus Presupuestos les ha facilitado el acceso a once millones de euros con los que engrosar sus arcas de sangre. Pero, no solo esto: los etarras están logrando un acercamiento casi masivo de los presos asesinos hacia prisiones cercanas a las provincias vascas; incluso presos con graves delitos de sangre, como es el asesino del matrimonio andaluz, Jiménez Becerril, y el asesino del concejal Miguel Ángel Blanco. La socialista Chivite prefirió ignorar la abstención de UPN y pactar con los terroristas, porque era la manera menos descarada de que estos se llevaran la millonada.

A todo esto se une la aberrante negociación con los golpistas catalanes, que se cerrará con la puesta en libertad de los chorizos golpistas, a través de un indulto, incluso al delincuente huido de la Justicia, elPuchi. Tampoco hay que descartar el consentimiento para la celebración de un referéndum separatista. Todos estos postulados encajan a la perfección con la idea misma y finalidad de los socialcomunistas bolivarianos: destruir España como sea y aliándose con quien sea. 

Para los socialcomunistas el fin justifica los medios. Poco o nada le importamos los españoles. Pero son tan malos, tan cobardes, tan iletrados y analfabetos que se aprovechan de una situación tan especial y tan grave como es la pandemia. Se aprovechan de que los españoles estamos atravesando una grave situación, tan complicada sanitaria y económicamente que no tenemos manera de expresar el descontento nada más que a través de las redes sociales, y poco más. Son tan malvados, tan mala gente, estos socialcomunistas que no nos van a informar, ni al Congreso tampoco, de sus decisiones en prácticamente seis meses, cuando todo esté hecho, a espaldas de la ciudadanía.

La oposición, ni es oposición ni es nada. Los de Vox, andan a su bola, sin saber por dónde. La ciudadana Arrimadas no se encuentra ni ella misma: llegó a la política para combatir a los golpistas catalanes -y los venció, en su momento- y ahora vota con ellos y con los terroristas. Casado no hace más que decir que Sánchez traspasa rayas negras, pero se para en eso. Ni tiene imaginación Casado, ni sus asesores, que más bien parece que andan a uvas o a setas.

Menos mal que un colectivo, los colegios de médicos de España, a través del Consejo General de Colegios de Médicos, ha osado levantar la voz contra el Gobierno socialcomunista, al que le exige la destitución, el cese inmediato de uno de los mayores cánceres de este país, elEnterrador, por su "incapacidad manifiesta". Pues, sepan que a este cara dura, sinvergüenza, que se ríe de nuestros muertos, lo nombró laPepé, el Gobierno de Rajoy, a través de su exministra de Sanidad. ¡Menudo ojo clínico el de Ana Pastor!

Estos listillos socialcomunistas, que de tontos no tienen un pelo, sabrán aprovechar la demanda de los médicos. Utilizarán su petición como cortina de humo, una más, para evitar que se vean sus desmanes, que son muchos. Y aquí no ha pasado nada. Solo que la rabia se acumula.