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martes, 25 de mayo de 2021

Un chulo con los pies de barro

A veces, ya les digo, dan ganas de dejar de ser de este país. Sobre todo cuando desde el gobierno de la nación, el socialcomuinista nos trata como a tontos, idiotas y anormales; incluso, nos trata de gilipollas, cuando es él, y todos sus acólitos, el que tiene copado el terreno donde ya no caben más gilipollas en este país, o eso pensábamos. Cuando nos quiere hacer comulgar con ruedas de molino es que entra mucho coraje, porque son unas piedras muy grandes y muy duras y mientras nos las vamos comiendo no hacemos otra cosa, porque son difíciles de masticar y, luego, ni sabemos en dónde meterlas, que son muy indigestas. Suficiente para distraernos de lo que nos pudiera interesar.

Pues eso, que el lunes fue el ministro Campo, el de la Justicia -o el de las injusticias, según se mire-, quien nos enviaba esa piedra de moler, por un por si acaso tragábamos. Porque teníamos que ver con naturalidad lo de los indultos a los golpistas catalanes, a los delincuentes que quisieron romper la integridad de España y de su territorio. Algo así como el rey de Marruecos cuando envió al asalto de Ceuta a sus huestes. Más de diez mil, como si esto fuera suyo y aquí no pasara nada.

Pronto se llegó hasta allí elPrepotente para reivindicar la españolidad de las dos ciudades africanas, Ceuta y Melilla. Iba a defender la integridad de España y de los españoles. Poco hace aquí lo mismo con los independentistas catalanes y los delincuentes golpistas. Los chorizos pretendían resquebrajar España, independizarse, sin respetar ni al Estado ni a las personas, que viven en esa comunidad autónoma española. Todo en elPrepotente es contradicción.

Ahora, solo a falta de la decisión del Supremo sobre los indultos a los golpistas, ya está elPrepotente tomándonos por tontos y queriendo conceder la medida de gracia, como premio, a los que se oponen a España. No se han arrepentido; es más, ya están anunciando los chorizos desde la cárcel y, mucho antes en sus alegaciones finales en el juicio que lo volverán a hacer. Tampoco ellos han solicitado el indulto, que lo ha hecho un abogado por ellos. Por su falta de arrepentimiento, por su desprecio a la Justicia y a todo un país, por lo que fue un verdadero Golpe de Estado, aunque no lo reconociera así el Supremo, que trató de suavizar el delito, el presidente de España, el socialista y prepotente Sánchez ya está preparando el premio que les va a otorgar: el indulto.

ElPrepotente, que es capaz de asestar un golpe definitivo hasta a su propia mamá, nos viene ahora conque "hay que mirar al futuro y no quedarnos atrapados en la revancha y en la venganza", refiriéndose a los indultos que, sin duda alguna, va a conceder a los golpistas, si no ahora mismo, ya, sí en meses venideros, en los del hastío, cuando la nación entera descansa. Porque, miren, la revancha y la venganza no están en los valores constitucionales, cierto. Aquí el único que habla de revancha y de venganza es él, elPrepotente. De lo que se trata, ni más ni menos, es de hacer Justicia y de que las sentencias se cumplan.

A qué coño viene ahora este a crearnos complejo de culpabilidad. Que sepa, que su esfuerzo en ese sentido es en vano. Más le valía a él serenarse un rato y reflexionar sobre la Ley de la Memoria Histórica, que está aplicando al pie de la letra, sin concesiones, ni miramientos, pero sí con revanchismo, venganza y odio cerval. Lo único que pretende Sánchez es conservar sus apoyos, los de los independentistas, golpistas, comunistas y terroristas para mantenerse en La Moncloa. Lo demás le importa un bledo. España no le importa. Quiere elPrepotente reunir a la mal llamada Mesa del diálogo -Mesa de la Alta traición-, donde el nuevo presidente catalán, que va a por todas, le plantee un referéndum de independencia. Y vuelta a empezar. Esta Mesa y los indultos que ya prepara Sánchez, pueden significar, ojalá, el derrumbe de un indecente chulo traidor y plagiador con los pies de barro.