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martes, 6 de noviembre de 2018

Etarras sangrientos


¡Buenooooo! Tiemble España. Ya saben lo que dijo el podemita Echenique, evasor de impuestos y pagador con dinero negro. El mismo que dice que ultrajen la bandera de España, que le importa un pito; normal, porque él es argentino. ¡Que qué dijo! Pues, que como el Supremo eximiera a los bancos de pagar el impuesto de las hipotecas, él, bueno él y los suyos sacarían a la gente a la calle y lo de Roma iba a ser un chiste al lado de lo que haría esa gente; eso, eso, la gente, que él y los suyos darían las normas desde el casoplón del ultraizquierdista elPabloManué y la su casa de alquiler del madrileño exclusivo barrio de Salamanca, donde tiene un perro peligroso.

Piensan estos que somos tontos los españoles. Sí, eso se deben pensar. La gente hará lo que tenga que hacer, que para eso es su dinero, dinerito ya pagado. O sea que no deben nada a nadie. Otro cantar será que pueda o no quedar ahí el asunto. De momento, los bancos se salvan y el cliente paga.

Ya digo, que estos ultraizquierdistas y los sus muy amigos de laSexta se lo tienen creído. Lo mismo les da que les da lo mismo. Se piensan, eso, que somos tontos. Después de la mocada que se marcó con la bandera española Dani Mateo y la consecuente retirada de patrocinadores del programa y de él miso por una marca de ropa, nos viene elGuallomín ese a decir que no había intención de ofender a nadie. Bobadas sí que dice este hombre, pero durante un buen rato. Pero que aquí paz y después gloria. Eso es lo que quieren, él, su amigo Dani Mateo y la cadena izquierdosa.

Pero, miren, en el fondo están todos cortados por el mismo patrón. Lanzan la piedra y, como cobardicas, esconden la mano. Como el ultraizquierdista Echenique, que evade impuestos, paga en negro y ni pide perdón. El patrón común de estos y de los otros es la pasta, todo por la pasta, que se le están marchando los anunciantes! Eso es todo. La intención primera del mocoso Dani, como la elGuallomin, era ofender. Como han visto la reacción de público y anunciantes son capaces hasta de lamer la caca de Roures, otro que tal baila. Otra vez: por la pasta.

Ya les digo, si es que aparenta –o acaso sea una realidad- que hay más gilipollas en este país de los que nos pensamos. Ya me dirán –y medirán- de la estupidez del ultraizquierdista Errejón Dice que en Venezuela los venezolanos comen tres veces al día. Semejante estupidez sólo la puede decir un tal, cuando sabemos, por activa y por pasiva, que en uno de los países que podía estar montado en el dólar por su ingente cantidad de petróleo, sólo son unos pocos –¡entre ellos elCetapé, que leche, es español!- los que pueden disfrutar de la buena vida, los maduristas. Este podemita ya soltó otro exabrupto similar, cuando afirmaba que las colas inmisericordes que los venezolanos tienen que guardar para ver si tienen suerte y pueden comprar alimentos y medicinas las hacían para fomentar las relaciones sociales. ¡Joér con el paisano!

Lo único un poco sensato que hemos podido escuchar en esta jornada es la aseveración del líder de laPepé, Pablo Casado, en el sentido de apoyo a Ciudadanos por las agresiones de Alsasua, presididas por el Carnicero de Mondragón, asesino de diecisiete personas. Se ha considerado agredido Casado: “la pedrada recibida por Rivera es como si la hubiera recibido yo”. Es decir que los constitucionalistas, a ver si es verdad para un próximo futuro, están del mismo lado. Al parecer, laPesoé va, evidentemente, por otro. Sólo le faltó a Casado, cuando se refería a los violentos averchales, llamarlos por su nombre: los violentos etarras.