¡Buenooooo! Tiemble España. Ya saben lo que dijo el
podemita Echenique, evasor de
impuestos y pagador con dinero negro. El mismo que dice que ultrajen la bandera
de España, que le importa un pito;
normal, porque él es argentino. ¡Que qué dijo! Pues, que como el Supremo eximiera a los bancos de pagar
el impuesto de las hipotecas, él, bueno él y los suyos sacarían a la gente a la
calle y lo de Roma iba a ser un
chiste al lado de lo que haría esa gente; eso, eso, la gente, que él y los
suyos darían las normas desde el casoplón del ultraizquierdista elPabloManué y la su casa de alquiler
del madrileño exclusivo barrio de Salamanca,
donde tiene un perro peligroso.
Piensan estos que somos tontos
los españoles. Sí, eso se deben pensar. La gente hará lo que tenga que hacer,
que para eso es su dinero, dinerito ya pagado. O sea que no deben nada a nadie.
Otro cantar será que pueda o no quedar ahí el asunto. De momento, los bancos se
salvan y el cliente paga.
Ya digo, que estos ultraizquierdistas
y los sus muy amigos de laSexta se
lo tienen creído. Lo mismo les da que les da lo mismo. Se piensan, eso, que
somos tontos. Después de la mocada que se marcó con la bandera española Dani Mateo y la consecuente retirada de
patrocinadores del programa y de él miso por una marca de ropa, nos viene elGuallomín ese a decir que no había
intención de ofender a nadie. Bobadas sí que dice este hombre, pero durante un
buen rato. Pero que aquí paz y después gloria. Eso es lo que quieren, él, su
amigo Dani Mateo y la cadena izquierdosa.
Pero, miren, en el fondo están
todos cortados por el mismo patrón. Lanzan la piedra y, como cobardicas,
esconden la mano. Como el ultraizquierdista Echenique, que evade impuestos,
paga en negro y ni pide perdón. El patrón común de estos y de los otros es la
pasta, todo por la pasta, que se le están marchando los anunciantes! Eso es todo.
La intención primera del mocoso Dani, como la elGuallomin, era ofender. Como
han visto la reacción de público y anunciantes son capaces hasta de lamer la
caca de Roures, otro que tal baila. Otra vez: por la pasta.
Ya les digo, si es que aparenta –o
acaso sea una realidad- que hay más gilipollas en este país de los que nos pensamos.
Ya me dirán –y medirán- de la estupidez del ultraizquierdista Errejón Dice que en Venezuela los venezolanos comen tres
veces al día. Semejante estupidez sólo la puede decir un tal, cuando sabemos,
por activa y por pasiva, que en uno de los países que podía estar montado en el
dólar por su ingente cantidad de petróleo, sólo son unos pocos –¡entre ellos elCetapé, que leche, es español!- los
que pueden disfrutar de la buena vida, los maduristas. Este podemita ya soltó
otro exabrupto similar, cuando afirmaba que las colas inmisericordes que los
venezolanos tienen que guardar para ver si tienen suerte y pueden comprar alimentos
y medicinas las hacían para fomentar las relaciones sociales. ¡Joér con el
paisano!
Lo único un poco sensato que
hemos podido escuchar en esta jornada es la aseveración del líder de laPepé, Pablo Casado, en el sentido de
apoyo a Ciudadanos por las
agresiones de Alsasua, presididas
por el Carnicero de Mondragón,
asesino de diecisiete personas. Se ha considerado agredido Casado: “la pedrada
recibida por Rivera es como si la
hubiera recibido yo”. Es decir que los constitucionalistas, a ver si es verdad
para un próximo futuro, están del mismo lado. Al parecer, laPesoé va, evidentemente, por otro. Sólo le faltó a Casado, cuando
se refería a los violentos averchales, llamarlos por su nombre: los violentos
etarras.