Del juicio contra los de La Manada uno de los abogados defensores dice de ellos que los
acusados “pueden parecer imbéciles, patanes, infantiloides, simples y
primarios, pero son buenos hijos y quieren a su familia”. En conclusión, que no
hubo agresión sexual. Ante tal desvarío de calificativos, sus clientes, no
dudo, estarán como para aceptar los piropos de su letrado defensor y hacerse
pipí en el bufete.