Traductor

Buscar en este blog

sábado, 24 de octubre de 2020

Sánchez salió "trasquilao"

Eso le sucedió a Sánchez, que acompañado por la su Begoñita, visitó al Santo Padre, que vive en Roma. Fue a por una foto, y la consiguió, pero salió "trasquilao". No se esperaba la homilía papal, que en poco más de seis minutos, le dio tal repaso, que, como dirían algunos, te cagas. Fue tal el impacto que le causó al presidente del Gobierno de España, el social-comunista, que se olvidó de ponerse la mascarilla, él y todo su séquito. Es que el Papa, oigan, no se cortó ni un pelo, pese a estar considerado como un podemita; de hecho, uno de los que más lo ha elogiado ha sido elViceUno español, el payaso comunista, que lo considera un camarada.

Un poema, por cierto, la cara de Sánchez cuando el Papa le soltó a bocajarro que las ideologías sectarizan y a renglón seguido le mencionó a Hitler, como podía haberle mencionado a Stalin. A buen seguro que el socialista se acordó, sin querer, pero por inercia, de la madre que lo parió, pero no al Santo Pontífice, sino a su "colegui" en el Ejecutivo, el payaso comunista. También el Papa, en un discurso que parecía improvisado, pero no tanto, le enseñó a Sánchez lo que es hacer Patria, no precisamente lo que el socialista está haciendo en España. Así que, ya ven, un viajecito de Sánchez a El Vaticano, donde logró, eso sí, la foto, que es lo que le importaba, pero un buen rapapolvo del representante de Dios en la tierra, que, recordándole a un poeta argentino, le advirtió que no tuviera que lamentar nunca el decir, "se nos murió la patria". Duro y directo estuvo el Papa, coño, sí.

Tres cosas se llevó de El Vaticano en mente el presidente de España: la foto, la posible visita de Su Santidad a España -que ya tratará de hacerla coincidir con alguna elección- y la imagen de su ViceUno, que ya los mandatarios mundiales asocian con él. Es decir, tanto monta, monta tanto, Sánchez como el payaso comunista y viceversa.

Además, que se ande con cuidado el socialista, porque, a la menor, el comunista -y payaso, que no se nos olvide-, que, en otros tiempos le quitaba el sueño solo de pensar que lo podría tener con él en un Gobierno, comience a quitárselo, el sueño, porque le pretenda arrebatar la presidencia del Gobierno. Para eso no le hacen falta elecciones. Solo le basta con ser el que más manda. Camino lleva; si no, al tiempo.

Aunque, siempre le queda la esperanza, al socialista, de que se lo empapele la Justicia al payaso comunista. Día tras día, tanto él como su partido hacen "amistades", cada vez más, en los Tribunales. Aparte, por supuesto de la amistad contraída entre el fiscal Stampa y Marta Flor, la abogada podemita en el "caso Dina" primero y en el convertido, de hecho, en el "caso Iglesias-Dina".

Si es que el payaso comunista y su partido no salen de una y ya están involucrados en otra. A la petición del juez Castellón al Supremo para juzgar al podemita por tres delitos, se añade la investigación al partido como persona jurídica y a uno de sus administradores por los destinos más que sospechosos de dinero de subvenciones públicas en la última campaña electoral. Al secretario de Organización, elRastas, también le van a pedir un suplicatorio para juzgarlo por la bárbara agresión que protagonizó contra un policía.

A todo esto se suma la denuncia, por lo civil o por lo penal, que ya tiene previsto presentar el exletrado del partido, Calvente. A este abogado lo acusaron, de manera indecente y lo despidieron del partido -lo echó el payaso comunista- por acoso sexual contra -precisamente- la también letrada del partido, la citada Marta Flor. Resultó que de las acusaciones a los hechos, nada de nada. Así lo dictaminaron los tribunales y es que, además, el propio partido ha reconocido que el despido fue improcedente, dando por sentado que la acusación contra Calvente era falsa. 

Pues, ya lo ven, otra más a la suma y sigue del payaso comunista en los tribunales. De seguir en esta progresión, él y su partido van a colapsar los tribunales. No es de extrañar que quiera renovar, como sea, el Consejo General del Poder Judicial. Ya tiene de su parte a la fiscala General del Estado, la socialista Dolores Delgado, y quiere adueñarse también del órgano de gobierno de los jueces. Es algo típico de los regímenes comunistas.