Escuchar
lo que dice el Fiscal Superior del País
Vasco, Juan Calparsoro, provoca “inquietud”
y, si me apuran, causa alarma social. Para este fiscal, en la Justicia, no todo es blanco ni todo es
negro, sino que todo son interpretaciones. O dicho de otra forma, seamos
claritos, todo depende del cristal con que se mira. El suyo, desde luego,
resulta nauseabundo, principalmente, para las víctimas del terrorismo, y para
todos en general, excepto, supongo, para laPesoé
y los nacionalistas vascos del PNV.
Y los íntimos amigos de los etarras,
los podemitas de Pablo Manuel Iglesias,
encantados de toda la vida con que el etarra Otejjji, secuestrador de personas, y condenado a pena de cárcel por
intentar reorganizar la banda terrorista, se presente a las elecciones vascas.