La demencia del payaso

Por favor, por su propio bien, lleven a este hombre al loquero. Está el gilipollas mayor del Reino más esquizofrénico que el pobre enfermo que le envió la navaja a la ministra socialista, que, por cierto, no es Dulcinea, aunque lo quiera aparentar. Llévenlo, ingrésenlo, por favor, necesita un tratamiento rápido y duro, porque si no le va a dar un tabardillo, y de qué le sirvió, entonces, hacerse  con un casoplón en Galapagar. Ya confunde los sitios por donde pasa y no digamos ya las palabras que pronuncia. Hasta es capaz el comunista de implorar la protección del servicio de la inteligencia israelí, el Mossad pero Israel no lo quiere a él para nada, 

En definitiva, que les quiere amolar a los judíos el Holocausto, cuando si por él fuera repetiría otra hecatombe, por no llamar asesinato en masa, o, si prefieren, otro Holocausto. No deja de ser un nazi  y como todos los nazis resulta peligroso. Urge su internamiento en un centro para desquiciados mentales. De verdad, con sinceridad, y por su propio bien hay que internarlo.

Primero fueron los que él denomina la extrema  derecha de Vox los que atacaron a los violentos de Vallecas; es decir que eran los ladrillos y las piedras los que se disparaban solos, como si las balas dispararan a las escopetas. ¡Loco de atar! Luego las balas, las amenazas de muerte. Hasta el propio ministro Marlaska ocultó las amenazas que le llegaron porque eso se debe ocultar, como también lo ocultó la directora de la Guardia Civil. Fue él el payaso comunista el que denunció los hechos. ¡Está ciscao, es un cagueta de aúpa! Además de mentiroso compulsivo. Pero, bueno así aprovechaba para dar bulla, porque protegido está más que protegido, precisamente por los policías y guardias civiles a los que tanto odia. ¡Es un odiador profesional! Y un guerracivilista. Ahora la culpa la tiene toda Su Majestad el Rey, Felipe VI. En esta ocasión se libró laPepé. ¡Ya les digo, como un cabás!

Es que el Rey no ha condenado -dice él- las amenazas de muerte que ha recibido de los fascistas. Eso dice el nazi del casoplón de Galapagar. El Rey, Felipe VI, y antes su padre, Juan Carlos I, sí que han condenado las amenazas de muerte y los sanguinarios asesinatos de la banda asesina etarra. Más de ochocientas muertas que él sí que no ha condenado jamás. No solo no ha condenado los execrables asesinatos de sus amigos Bilduetarras, los de elGordo Otejjji, sino que tampoco ha condenado los atentados del GRAPO, ni los del FRAP. ¡No sé si lo entiende el payaso, porque un poco corto sí que es, pero, eso sí, malo como un demonio!

Ya no sabe a qué recurrir el nazi payaso comunista para llamar la atención. Eso sí lo está haciendo bien, llamar la atención, meter bulla y ruido. Pero, a más a más, cada día se le caen más palos del sombrajo. Ahora también los responsables de sus males son los periodistas, los que no comen de su mano, los que no son pesebreros. A Eduardo Inda le caen las maldiciones de este desvergonzado en "picao", no se lleva poca parte Ana Rosa Quintana, ni tampoco Federico Jiménez Losantos. Que si por él fuera ya los habría pasado por donde se pueden imaginar, y mejor no nombrar. Pero,ojo, que mañana pueden ser -según como le dé de fuerte el ataque de locura- la presentadora de la mañana de la uno o el otro que sigue, un tal Cintora, por cierto su amigo del alma, camarada inseparable, compañero.

Pero `por favor, insisto, enciérrenlo. Es un tipo peligroso, más que por su porte. que da pena- por su odio visceral a casi todo lo que se mueve. El de la navaja -que por cierto vaya ridículo el de la ministra, que solo se puede explicar por ser la predestinada de las finanzas del páter Gabilondo- está demostrado que está como está, pero el payaso comunista nos puede sorprender cualquier día con una locura irreparable. El que avisa no es traidor.