La vergüenza

 Solo se quedó ante el mundo el socialista elBambi. ¡Y anda que no ha hecho veces el ridículo! Pues, esta una más. Quiso blanquear al dictador venezolano, Maduro, incluso antes de las elecciones, y él y el venezolano y el podemita payaso comunista se han quedado chafados y descubiertos ante los que no lo supieran ya. Constituyen todos ellos una banda de mierdas comunistas. Desacreditados, pero sinvergüenzas. Vamos, que se la suda a los tres. Maduro se adueña del Parlamento venezolano, elCetapé sacará, digo yo, algo en claro y al payaso comunista se le ilumina el alma, que algo caerá.

Por de pronto la Unión Europea no da por válidas las elecciones que se ha montado el gorila –exconductor de autobús- Maduro. ¡Cómo se van a validar, coño! Si no permitió el dictador una comisión observadora de la Unión y los resultados son tan pírricos y tan anómalos que se caen por su propio poco peso: no ha votado más allá del treinta por ciento del censo. A Maduro le da igual, para él es legítimo, y para elCetapé y para el payaso comunista. La opinión contraria de estos dos últimos sería lo sorprendente.

ElCetapé, por el contrario, sí fue invitado como observador plebiscitario por Maduro. Así como a la Unión Europea le puso el dictador toda clase de trabas y dificultades, elBambi estuvo alojado –de a gratis- en uno de los mejores hoteles de lujo del país, donde tenía por vecino al expresidente boliviano Evo Morales. También estaba el boliviano como observador, igualmente a gastos pagos. ¡Vaya pareja de dos!

No llevó suficiente  cal a Venezuela elBambi. No, no. Porque nadie se traga el pucherazo de Maduro. Ni la Unión Europea, ni los Estados Unidos y ni tan siquiera el Grupo de Lima, constituido por varios países lationamericanos. Por supuesto, tampoco se lo traga la oposición venezolana, que, además de cargar contra Maduro, ha descargado  agriamente contra el expresidente socialista español, elCetapé, al que acusan de ser el abogado de Maduro y cómplice de los asesinatos del régimen venezolano.

Todavía elViceUno español, el payaso comunista, no ha dado su versión sobre los ridículos comicios venezolanos. Pues, ya está tardando en pronunciarse. Acaso le dé vergüenza apoyar ahora a su amigo y benefactor Maduro, porque no se puede hacer el ridículo en menos tiempo de lo que dura una jornada electoral. Acaso el payaso comunista esté mascando el empujón hacia atrás que le acaba de propinar Sánchez al no permitirle asistir a la cumbre Hispano-Marroquí del próximo día diecisiete. Dicen los suyos, los del payaso, que se ha retirado voluntariamente para no entorpecer nada de lo que se pueda acordar allí. Dicen los socialistas que no llevan al payaso a la cumbre, porque su ministerio no tiene nada que rascar en ella.

Pero, como los demás somos tontos, no sabemos que la realidad es que desde Marruecos se le ha impuesto el veto. El payaso comunista ha exigido a Sánchez que el Gobierno español abogue por un referéndum en el conflicto del Sahara. Miren si está cabreado el monarca marroquí que todavía no se sabe si habrá encuentro y recibimiento en la cumbre.