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jueves, 9 de septiembre de 2021

Marlaska, Illa y elPrepotente. O viceversa

Lo de Marlaska es un suma y sigue, y un continuar en el cargo. Le viene muy bien a elPrepotente este ministro en Interior. Le dan de bofetadas hasta el el deneí, vamos que es el que recibe las que deberían de llegarle a elPrepotente pero que se estampan contra el paragolpes Marlaska. Ahora que el ministro tiene su responsabilidad, y desde el caso Faisán -cuando entonces ejercía como magistrado que es- las barbaridades inherentes a su persona son más que muchas. Comenzando por su desprecio manifiesto por las víctimas de la banda asesina ETA hasta llegar a la incoherencia en la falsa denuncia de un ataque de odio a un joven en Malasaña y pasando por las amenazas a políticos de izquierda que recibieron balas y una navaja, todo es como si se moviera en torno a él en un mundo de suburbio oscuro.

Ahora el ministro se justifica y culpa a la policía. Lo cierto es que prácticamente se ha tirado vendiendo la falsa denuncia del joven de Malasaña para acusar a partidos y a políticos de la derecha. Es decir que ha estado utilizando políticamente, de manera partidista, todo este caso. Mal, muy mal. Pero, lo peor es que hay quien asegura que desde la policía ya se le estaba advirtiendo, incluso desde el martes por la tarde, de que, ojito, que parecía que las cosas no eran como el joven pretendía aparentar; es más, hay quien afirma con rotundidad que esa sospecha de la falsedad de la denuncia del joven se le hizo llegar al ministro a las ocho de la mañana del miércoles, con bastante anterioridad a sus declaraciones esa misma mañana en la SER, la emisora rincón de los pensantes de la izquierda. 

Al final, todo se quedó en agua de borrajas. El joven mantuvo una relación sexual sadomasoquista con otros dos hombres, una relación consentida, en el transcurso de la cual le grabaron con una navaja en uno de sus glúteos la palabra maricón. El joven le había sido infiel a su compañero, lo que le impulsó a mentir, acusando a ocho encapuchados de un ataque en el portal de su propia vivienda. Pronto el ministro Marlaska tomó las riendas de informar a la opinión publica, asegurando, en un primer momento, que se trataba de un delito de odio, que la policía descubriría a los atacantes, y, en otro momento, daba por sentado que pronto se practicarían detenciones. 

Entretanto, Marlaska se dedicó a acusar a partidos políticos de ser los instigadores de los ataques homófobos y de odio, pero no solo a los partidos, sino que señaló a personas. Una vez que se supo la verdad, el ministro se exculpaba alegando que había conocido el engaño poco antes de hacerse público y que no había utilizado el caso políticamente. Es igual, diga lo que diga, ahí están los hechos. Pero, la soberbia, impedirá a Marlaska, al menos, a pedir perdón a toda la sociedad. Al menos, un poquito de decoro, ya que no piensa marcharse a casa a descansar.

Malparado sale también el exministro Illa, que lo fuera de Sanidad durante los momentos más duros de la pandemia. Él, elPrepotente y el subidito elEnterrador Simón fueron el eje principal de las decisiones que se tomaron entonces, calificadas por los expertos de catastróficas; ahí quedó la evidencia. Han salido, hasta el momento, indemnes, tanto política como penalmente. Hasta el momento, digo, porque un juzgado ha abierto diligencias a raíz de la denuncia de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) por las mascarillas defectuosas que se le entregaron al personal sanitario. Atentos, a ver qué pasa, porque puede ser la puerta abierta a otras denuncias sobre otras barbaridades cometidas por el gobierno socialcomunista de elPrepotente.

Por cierto, ya hay comunidades que van a vacunar con una tercera dosis a los inmunodeprimidos; pero, como casi siempre, la información sigue siendo escasa. Menos mal que en esta ocasión los afectados serán avisados de manera personal desde sus centros respectivos. A ver si es verdad. Otro, por cierto, es que el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, por una vez, o porque se lo imponen las circunstancias, va a actuar con contundencia y va a obligar a vacunarse a todos los funcionarios federales. Por nada, un ejemplo a seguir.