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Esta tipa no es más tonta, porque no es más grande; eso si, a cada día que pasa y crece en edad va mermando en inteligencia. Vamos, que la ministra de Igualdad, la comunista Irene Montera, se piensa que somos tontos -bueno, todo el gobierno socialcomunista se piensa que los españoles somos tontos- y se pone a instrumentalizar la tragedia de las niñas de Tenerife para hacer un burdo manejo político. ¡Váyase a la mierda, señora! Usted y todos los que como usted manipulan políticamente la muerte de unas niñas secuestradas por su padre y la entrada en prisión, de Juana, la que secuestró a sus niños. Es usted una manipulara, que da asco.
Va la sinvergüenza y pide una Justicia feminista. ¡Qué coño es eso! Si por lo menos lo explicara la muy imbécil, sabríamos lo que quiere decir. Pero, como no sabe ni hablar correctamente, poco puede exponer cuáles son sus deseos. No se entera la comunista de que nadie quiere asesinatos, muertes. Ni directas ni vicarias, en venganza de uno de los cónyuges.
Pero, tampoco se entera -estos comunistas la ignoran siempre que pueden- de que hay una Justicia, que tarde o temprano pondrá en su sitio a los asesinos y asesinas de niños y de mujeres. Que no venga a jugar con el dolor de las víctimas, que bastante tienen con su drama, como para que esta elementa analfabeta quiera manipularlo políticamente. Ya le digo, señora, puede irse usted tranquilamente a la mierda, porque este es el lenguaje, el único, que parece que entienden usted y los suyos. Los españoles sí sabemos del dolor y del sufrimiento que un padre ha ocasionado a sus propias hijas. El país está consternado. No es para menos. Pero, no por las palabras de la ministra, que reitero, dan asco por su intención descarada de manipulación burda.
Como manipulación está haciendo el gobierno socialcomunista sobre los indultos a los delincuentes catalanes del Golpe de Estado. Quiere blanquear a los muy chorizos y ahora va a utilizar el informe de la Unión Europea para apoyarse en él y justificar así su decisión, que no tendrá vuelta atrás. Pero, claro, todos sabemos que ese informe ha sido elaborado por un socialista, siguiendo las consignas del gobierno de España. Es un informe, que no se puede decir que sea manipulado, sino que es un informe totalmente desinformado, carente de rigurosidad y, por tanto, con desconocimiento de todo lo que los golpistas fraguaron.
Los socialistas lo saben hacer muy bien eso, lo de manipular. Y eso es lo que han hecho con la colaboración de su colega socialista. Este ni sabe en dónde está España, y todo lo que conoce del Golpe se lo han contado los de laPesoé tergiversando los hechos, de lo que es plenamente consciente el relator. Miren, ahí es donde laPesoé también queda en ridículo a los de laPepé, que parece que están en el Parlamento Europeo por estar. ElPrepotente le ha vuelto a ganar la partida a Casado en la Europa antiespañolista.
Ahora bien, este informe, en el que se apoya de manera vergonzosa los indultos a los delincuentes catalanes deja en muy mal lugar a la Justicia española en general y al Supremo, en particular. Se veía venir esto, pese a las cautelas y cobardías de la Sala Segunda que juzgó a los golpìstas por Sedición, no por Rebelión. Para el presidente del tribunal, el juez Marchena, el Golpe fue una ensoñación. Para ensoñación, la de Marchena, que pensó que lo iban a alabar en Europa, como ensoñación fue el no colocar en la sentencia la necesidad de que los delincuentes no pudieran salir de prisión sin haber cumplido una gran parte de la condena.
Ahora, ya ve el Supremo, Sánchez los va a indultar. Pero, es que antes han estado los delincuentes casi más tiempo por la calle que en la cárcel y en ella han disfrutado de un régimen carcelario que ni muchos reyes en sus palacios. Además, ni se han arrepentido y han prometido que lo volverán a hacer. De hecho, la Guardia Civil se ha incautado de documentación en la que se demuestra que están preparando otro Golpe. Se han dado dos años para resistir. Lo peor es que esa resistencia la van a pagar con nuestro dinero, con el dinero de todos los españoles, para más coña.