Traductor

Buscar en este blog

jueves, 3 de diciembre de 2020

La paciencia del payaso comunista

¡Quietos todos paraos! Que es que al payaso comunista se le está empezando a agotar la paciencia. Eso ha dicho él mismo. Vamos, que está hasta la coronilla. Estos dindundis, que jamás pensaron llegar a donde han llegado, hasta amenazan y todo. Se lo creen. Convencidos, oigan, de que están por encima del bien y del mal. El comunista este, que desde que nació ha vivido mejor que un señorito caprichoso, se cabrea porque los demás no hacen lo que a él le viene en gana. Y como con los de laPepé no han llegado a un acuerdo para la renovación de cargos en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) está entrando en cabreo, porque quiere colocar a un magistrado familiar de Garzón -ese ministro que también existe- para que su partido pinche y corte el bacalao en el órgano de gobierno de los jueces.

Es malo, muy malo, el payaso comunista. Tiene muy mala prosapia y muy mala baba. Es tal el cabreo que lo correo por dentro que hasta ha desmentido al ministro de Justicia, Campo, quien hace días anunciaba que había acuerdo con laPepé en la reforma del CGPJ, que solo faltaba hacerlo público. El payaso ha desmentido a su compañero de Gabinete -que no de partido, al menos de momento- anunciando, él sí, que de acuerdo con laPepé nada de nada. Que mentira y gorda de Campo.

Está subido de tono el comunista payaso, porque gracias a él y a sus gestiones con sus compañeros secuaces los independentistas vascos, los Bilduetarras -esos sí que son sus amigos del alma, compañeros- y los golpistas catalanes se han aprobado por fin -y por desgracia para la economía española- los Presupuestos Generales del Estado. PGE, las únicas siglas que le importan al socialista Sánchez, quien, por cierto, está quedando como un payaso de los de circo ante las actuaciones e imposiciones de su socio en el Gobierno de coalición socialcomunista.

Al payaso comunista no le fue suficiente con concederle a los golpìstas la supremacía de la lengua catalana en detrimento del idioma oficial del país, el Español o Castellano. Ahora, va más allá con sus socios. Su intención es destruir el Español o Castellano como sea. Hacerlo desaparecer de la faz de la tierra. Cosa harto difícil cuando es el segundo idioma más hablado en el mundo, después del Chino-Mandarín, y eso porque hay muchos chinos.

En el fondo, la intención del payaso comunista es romper España como sea. Es tal el odio que le tiene a nuestra nación, a nuestra bandera y a nuestro himno que no lo puede disimular; tampoco lo intenta. Su primer pensamiento del día debe ser qué puede hacer para joder a los españoles. Él es comunista, y los comunistas solo tienen una patria, "hermanos proletarios, uníos". Pero, claro está, que no sea muy cerca del casoplón de Galapagar, que esa es otra historia. Mejor en Rusia, Irán o Venezuela.

Es tal su odio por España, insisto, y sus ansias por destruirla que ya está maquinando con sus socios de investidura de Sánchez, y principalmente con los golpistas, que el Rey, Felipe VI, rectifique su intervención del 3-O, tras el 1-O -el Uno a Cero- apelando a la unidad de España y afeando la actitud de los golpistas catalanes, cuando el cobardica pepero Rajoy no se atrevió a hacerlo, teniendo en sus manos todo el peso de la ley. Poco le exige el payaso comunista a su amigo del alma, el terrorista elGordo, Otejjji, que pida perdón por tanto daño causado por ETA y por todos los asesinatos cometidos por la banda terrorista. Sencillamente, porque es un sinvergüenza, el payaso; y el terrorista también.

Sin embargo, el tipo insiste. Si no es por un lado, lo será por otro y ya está pujando -aunque no es de ahora- para que los golpistas catalanes sean puestos en libertad. Si es antes de las Navidades, estupendo. Un indulto, y a correr que son dos días. Si para ello hay que saltarse todas las legalidades, mejor que mejor. Un indulto, que tendría que firmar el Rey. En contraposición, se han inventado los socialcomunistas "ruidos de sables". Y anda que no le están dando aires.