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domingo, 28 de marzo de 2021

A los rectores catalanes, por la entrepierna

Sí, hombre, sí, por la entrepierna me paso la petición de amnistía para los golpistas efectuada por los rectores de la universidades catalanas. Los muy sinvergüenzas exigen para los chorizos delincuentes golpistas una amnistía. Vamos, así porque así, que los pongan en la calle. Miserables rectores, sin vergüenza ni moral, consideran que lo que procede es el diálogo, una vez que los hayan puesto en libertad. Poco pensaron los delincuentes y los rectores descerebrados en dialogar antes que delinquir. Pero, claro, no podría ser de otra manera, los rectores catalanes obedecen a pies juntillas las órdenes y deseos de los dirigentes políticos de la asociación de uno de los condenados, Omniun Cultural, que ni es de todos y ni es cultural.

Estos mismos rectores ya salieron al paso, como ahora, contra la sentencia por lo que ellos denominan del procés, pero que no es ni más ni menos que un Golpe de Estado perpetuo. Son muy sinvergüenzas y repelentes esta manada de rectores de la universidades catalanas. Ya en aquella ocasión les salieron a la réplica más de mil docentes e investigadores, que de manera educada los llamaron de todo, los ridiculizaron, porque les mostraron que el espíritu universitario no era inmiscuirse en los asuntos políticos, y menos en los partidistas. 

Vamos que de tontos para arriba, de vientres bien alimentados y agradecidos, confundían, y siguen ello los rectores catalanes, la velocidad con el tocino y el culo con las témporas. Hoy los rectores catalanes vuelven a las mismas. ¡Pero por qué será! Aparte de que puedan estar presionados -lo cual es muy dudoso- solo se explica la petición de amnistía  porque poseen unas mente tan retorcidas y obtusas que ni saben qué quieren en la vida y, en definitiva, quiénes son. Pero es fácil averiguarlo: unos auténticos bobales. 

Pero, también, mala gente, que no se merecen el cargo para el que fueron elegidos -lo que no les da derecho a utilizarlo a su capricho- y no merecen ni el más mínimo respeto. Debería caérseles la cara de vergüenza y, si fueran sensatos, marcharse para su casa. No merecen ni la más mínima consideración y sí el máximo desprecio de la sociedad, pero, en particular, de la familia educativa. Están utilizando el cargo, como verdaderos cerdos, pretendiendo manipular a la sociedad académica, para que los apoyen. Lo que han logrado es generar un rechazo total y ser considerados unos inmorales.

Ya digo, ni el más mínimo espeto para los sinvergüenzas rectores de la universidades de Cataluña. Ni el más mínimo respeto, como al ministro de las Universidades, el comunista Castells, que ha amasado cuatro  millones de euros, el que confunde fechas y personajes de la historia y de la cultura. Este señor no puede ser ministro, pero amenaza con seguir. Ya le ha dorado bien la píldora a elPrepotente al considerar que si el Gobierno socialcomunista fracasara sería un fracaso para España.

Hombre, ministro, no nos jorobe -por no utilizar una expresión más contundente-, que si algo está haciendo el gobierno socialcomunista con elPrepotente al frente y con el hasta ahora su vicedos es tratar de romper España. A ver, si no, está rozando la línea roja de delito de alta traición, con sus concesiones a los golpistas catalanes -sobre los que ya trabaja en el indulto y en la reforma del Código Penal para beneficiarlos-. sus prebendas a los independentistas vascos y sus simpatías y alianzas con los terroristas etarras de elGordo Otejjji.

Vergüenza de ministro comunista, que dice preparar para finales de año una nueva Ley de Universidades. Aunque, lo mejor es que no se moleste, como ha hecho en lo que va de Legislatura. Mejor está quieto parao, porque cada vez que abre la boca la caga. Como el payasocomunista tontoelpueblo pijo y ridículo de la casta de Galapagar. Ni sus propios militantes lo quieren ya, y así se lo han demostrado cuando menos de la mitad han apoyado su candidatura a la comunidad de Madrid, a la que se ha presentado porque el comunista Garzón y su propia compañera en el casoplón, la excajera de supermercado, se negaron a ser ellos los candidatos. Pocos lo quieren ya, y cada día menos.