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martes, 12 de diciembre de 2017

Unos tirantes con la bandera de España

Ya se necesita tener mala entraña y la sangre envenenada por el odio para matar a una persona por el mero hecho de vestir unos tirantes adornados con los colores de la bandera de España. Estos asesinos, además de fanáticos, están descerebrados. Llevan su maldad hasta las últimas consecuencias, de manera violenta, brutal, como es el hecho de golpear, sin conmiseración, con una barra de hierro, a otra persona, hasta llegar a causarle la muerte. Eso es lo que sucedió el pasado viernes en Zaragoza. Un hombre de poco más de cincuenta años fue atacado por dos personas, que lo dejaron en muerte cerebral. Hoy ha fallecido.