Por mí como si se quieren hacer sus necesidades en sus respectivos progenitores los podemitas y los peperos, o como si quieren salirse al patio del Congreso a zurrarse la badana; pero, que dejen ya, de una vez por todas, de expresar su mala educación para insultarse en la Cámara baja. Para payasadas ya tenemos los circos -aunque cada vez en menor número-, allí sí que nos hacen reír. Lo que a la plebe realmente nos subleva son sus chanzas, y no las amenazas que se lanzan entre ellos, ni los calificativos de matones. Vamos, que peor que carreteros.