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jueves, 5 de febrero de 2015

La princesa de Rivas Vaciamadrid busca trono

Todo un poema la cara que tenía Cayo Lara, jefe de los de Izquierda Unida (iuú), cuando todavía antes de que Tania Sánchez diera explicaciones de por qué se iba de la Coalición. Claro, mira, se va, y nos deja descompuestos y sin novia; ahora, casi sin capacidad de maniobra para buscar repuesto, que nos saldrá un recauchutado. Con lo que yo la estimaba, hasta le permití -a regañadientes, también es cierto- que fuera la candidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid. Tania, por la tarde dijo lo que quiso decir, pero no lo que esperábamos oír.

El Gobierno se asusta con las "embajadas" catalanas

Aquí parece que es que somos del más allá, por no decir tontos o descerebrados, lo que no sé concretar es si nosotros o ellos. Miren, tiene el Gobierno de España dos ministros, en especial, que es mejor que callaran para siempre -por lo menos mientras estén en el Ejecutivo-, porque cada vez que abren la boca la pifian enormemente, hasta cuando comen, porque no pueden ni masticar con la boca cerrada. El de Interior -de cuyo nombre soy incapaz de retener-, pero que se recuerda muy fácilmente con eso de que si no excarcelaba al asesino Bolinaga cometería una prevaricación, y el de Exteriores, José Manuel García-Margallo, más conocido por los amigos -con permiso y respeto- Juanma.