Ya quisiéramos, ya, que en OKDiario se hubieran equivocado, cuando hace un día daban por cierta la muerte de Ignacio Echeverría. Oficialmente, los británicos no decían nada al respecto y han tenido durante cuatro días a la familia del joven en un sin vivir. Inhumano. Cuatro días, se dice pronto. Y aquí los de los Exteriores, con el ministro Dastis al frente, suspirando y argumentando las sin noticias británicas en dos palabras: "En fin". Y eso era todo. Y la familia Echeverría sufriendo y asumiendo el fatal desenlace, sin una mala palabra, sin un mal gesto, abrigando, hasta el final, el más ínfimo rescoldo de esperanza.