Traductor

Buscar en este blog

viernes, 2 de octubre de 2020

España, el juguete roto de un niñato consentido

Si alguien está disfrutando con todo lo que está aconteciendo con el cierre y toma de Madrid, no lo duden, es el chulo presiente socialista Sánchez. España es para él como un juguete para un niño sádico y de ideas retorcidas: al final, termina destrozándolo, no sin antes haber disfrutado de la manera de haberlo hecho. Cada golpe que le da, cada rotura que provoca es un disfrute más. Eso le sucede alPresiSánchez con España. Lo mismo le da que le da lo mismo hacer lo que tenga que hacer con tal de ir destrozando su juguete. Para adueñarse del artilugio, en este caso España, pactó con la extrema izquierda, con los comunistas, los independentistas de laPeneUve, los golpistas catalanes y los terroristas etarras.

Una vez en La Moncloa, se prepara para romper España, que es para él, ya digo, como el juguete de un niño consentido, pero malvado. A los comunistas del payaso los ha metido en el Gobierno y les ha otorgado poder. A los golpistas les está buscando la manera de salir de la cárcel, con los indultos o, en su caso, desvirtuando el delito de sedición para bajarles las penas con carácter retroactivo y, si a mal no viene, concederles la independencia. A los independentistas de laPeneUve -que siempre traicionan-, les ha dado pasta a lo bestia, les ha llevado a los presos etarras a casa y, en breves, les otorgará las competencias en materia de prisiones para que excarcelen a todos los terroristas, a la vez que saca de las provincias vascas a la Guardia Civil, con lo que cumple con lo obvio exigido por los terroristas de Bildu.

Lo que no se llega a entender a estas alturas del rompimiento de España -cuando Sánchez está ninguneando al Rey, Felipe VI, y prepara el asalto final al Poder Judicial- es qué pinta en todo esto Ciudadanos, o más bien Inés Arrimadas. No se entiende que Arrimadas esté dispuesta a apoyar la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado ni tan siquiera por un miserable plato de lentejas, como no se puede comprender la actitud de su partido en su relación con laPepé en la gobernanza de la Comunidad Autónoma de Madrid (CAM).

El vicepresidente de la CAM, el de Ciudadanos, Ignacio Aguado, será quien tenga que dar explicaciones algún día -de hecho ya las tendría que haber dado-, cuando finalizada la reunión el martes de la Interterritorial Covid-19 daba por sentado que había existido principio de acuerdo de la CAM con el ministro de Sanidad, Illa, en cuanto a las medidas que proponía el Gobierno para atajar los efectos del coronaviruas, cuando eso no era cierto. 

Esta aseveración de Aguado, del todo desleal con la presidenta Ayuso, ha llevado a la utilización torticera por parte de los socialistas y a la confusión entre la ciudadanía. La deslealtad de Aguado es manifiesta, aunque no es tampoco la primera vez; pero, acto seguido, por si era poco, manifestó que se oponía a que la CAM recurriera ante la Audiencia Nacional la orden del Gobierno socialcomunista por el que se confinan la capital del Reino y sus poblaciones más importantes. 

Es inevitable, por tanto, pensar en una ruptura en el gobierno de coalición en la CAM entre PP-Ciudadanos. Una ruptura de la que no es la primera vez con la que se especula, pero que ahora parece tomar más visos de realidad. A nadie sorprendería una moción de censura contra Ayuso, tras la que el de Ciudadanos, Aguado, ocupara la presidencia de la CAM, con el apoyo de los socialcomunistas. Si es eso lo que persigue Arrimadas, que vaya pensando en su retiro espiritual y el lugar en donde enterrar a su partido. ¡Se está luciendo, la señora!

Y precisamente cuando, tras las medidas adoptadas por la CAM días atrás descienden el número de fallecidos, el de los contagios y el de las hospitalizaciones será cuando entre en vigor, esta misma noche, la orden de Illa, de confinar Madrid y sus poblaciones más pobladas -alrededor de cinco millones de ciudadanos afectados-. Se hace realidad el sueño más anhelado de Sánchez y de su socio en el Gobierno, el payaso comunista, de arrebatar la "autonomía" de la CAM bajo el pretexto de la salud, lo que no hizo el 8M, cuando en el Gobierno ya se sabía de la peligrosidad de la expansión del coronavirus. El único que no se enteró fue elEnterrador Simón. Desde entonces, más de cincuenta mil fallecidos y setecientos mil contagiados acusan a Sánchez. Pero, este ha ido por la brava, a destrozar el mecanismo que le da vida al juguete. Sin consensuar nada: ni medidas sanitarias ni económicas. Ha ido a provocar el caos.

La orden del confinamiento dictada por el gobierno socialcomunista ha sido recurrida ante los tribunales. La CAM no ha querido que el recurso fuera con medidas cautelarísimas, sino solo cautelares. Pero, en cualquier caso, si la Audiencia falla a mediados de la semana que viene que el Gobierno socialcomunista ha invadido las competencias autonómicas de la CAM y anula la orden del Gobierno, a Sánchez le da exactamente igual. Él hace y deshace a su capricho. A los demás, que nos parta un rayo.