Si es que no cabe extrañarse por el hecho de que unos descerebrados
como los de las CUP osen hacer añicos
la foto de Su Majestad el Rey de España.
¡Ris, ras! Una acción tan sencilla y tan vil sólo puede corresponder a estos impresentables.
Pero, repito, no hay por qué escandalizarse por ello, porque eso lo saben hacer
muy bien, como lo hizo la alcaldesa de Berga, a la que tuvo que detener la
policía autonómica por lo mismo y por no presentarse ante el juez cuando este
se lo requirió. Ya, desgraciadamente, nos tienen acostumbrados.