Jéjé. Hay que ver el sentido del humor que se nos
gasta la vicepresidenta socialista del Gobierno.
No es de extrañar. Se tiene que tomar la existencia con alegría, porque con
tanto cargo, tanta función y tanta responsabilidad, si no fuera así, se
amargaría la existencia y daría en las teuves mala imagen, como de amargada.
Que es que además de vicepresidenta, Carmen
Calvo, es ministra de la Presidencia,
Relaciones con las Cortes e Igualdad; casi nada. Por si fuera poco, se ha convertido también en
la defensora a ultranza de elPresiSánchez
y justificadora oficial de sus actos.