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domingo, 9 de mayo de 2021

Jóvenes insolidarios, irresponsables e indecentes

¡Como esto sea la nueva normalidad, apañaos estamos! Como esta nuestra juventud sea como la que en la madrugada del domingo salió a la calle, desmadrada, insolidaria, sin educación y sin estar vacunada, apañaos estamos. Como la nueva normalidad sea la preparación de la quinta ola del coronavirus, qué les voy a contar. Aquí no es que haya un único responsable, pero sí que existe un responsable máximo. Ese se llama elPrepotente, que actúa tal cual. Después de más de un año sin moverse para promover una Ley de pandemias, aquí nos tiene, a los españoles, con un puñao de inmunizados, mientras los demás, muchos millones todavía, corremos el riesgo cierto de contagiarnos y hasta de morir por el coronavirus. Pero no por nuestra culpa, sino por la de unos gilipollas inútiles.

Era lo previsible que sin una regulación posterior al estado de Alarma, con la finalización de los diferentes toques de queda en las comunidades autónomas, esto sería el caos. ElPrepotente, que no se olviden, regresará como salvador de la patria, y más tras la debacle y ridículo del 4M en Madrid, lleva más de siete meses pasando de pandemia y de historias. No quiere saber de penas, miren que las hay: cientos de miles de contagiados y más de cien mil fallecidos. Todo ello, se la suda a elPrepotente. Vamos a seguir con contagiados y con muertos, y más después de la noche del desmadre y vergüenza en todo el país. Ni policía ni leches, salvo en casos aislados -muy pocos y muy centralizados- la policía no ha hecho acto de presencia. Los agentes cumplen órdenes y las órdenes dimanan de los políticos, que anoche estaban desaparecidos.

Ojalá que los peores augurios de los especialistas no se cumplan. De lo contrario, anoche fue el principio de la quinta ola del coronavirus. ¡En dónde estaba elEnterrador Simón, que no pidió sensatez! Escondido, como las ratas. Como elPrepotente, que se fue a Oporto, más que nada para disfrutar del paisaje. Él será el máximo responsable si hemos iniciado la andadura hacia la quinta ola. Pero, como ya habrán podido observar, no solo por esto, le da exactamente igual. Le da lo mismo. Si no hay quinta hola, continuarán los contagios y fallecimientos, que, en gran medida se habrían podido evitar si estos inútiles irresponsables políticos tuvieran capacidad para gestionar la pandemia.

Pero, no solo en España, que también, sino en la Unión Europea. ¡Qué incapaces! ¡Qué negada mental la presidenta de la Comisión Europea! Si no es el presidente de los EstadosUnidos el que plantea la liberalización de las patentes de las vacunas, ni se lo plantea. Aunque quiera justificarse aduciendo que eso no iba a solucionar el problema. Ya lo sabemos, que hay que hacer más cosas -a ello nos referíamos ayer-, pero, que no tenga duda, mal no habría hecho y se habrían salvado vidas.

Es ahora, cuando millones de europeos han resultado contagiados y muchos miles han fallecido, cuando se le ocurre a esta señora anunciar que no se renovará el contrato con AstraZeneca. Ahora se da cuenta la informalseñora de que la farmacéutica no está cumpliendo lo pactado y que, también por su culpa, muchos ciudadanos se han contagiado y otros han muerto. Si no estaba cumpliendo el contrato no se entiende que la Unión lo mantuviera vigente, cuando lo tenía que haber cortado de raíz. Resulta que la farmacéutica no cumplía su compromiso de entrega de vacunas, porque una buena parte de las que nos correspondían, las exportaba. Ahí también se le podría acusar a la farmacéutica de crímenes premeditados contra los ciudadanos de la Unión. La Unión no se puede conformar con no renovar el contrato con AztraZeneca. Tiene que exigirle responsabilidades penales.

Por cierto, qué sucede ahora con los vacunados de la primera dosis de AstraZeneca. Ahí se quedan per secula seculorum. ¡O qué! El desasosiego y la desesperanza comienza a invadirlos. ¡Qué coño hacen los políticos!