Que lo pase usted bien, señor presidente, en el palacete que el rey Husesin regaló al rey emérito, don Juan Carlos I, y que este, a su vez, donó al patrimonio nacional. Por algo se empieza para poder ser rey. No se corte, Sánchez, no, mientras el número de brotes y contagiados por el coronavirus continúa aumentando de manera desmedida, siendo ya superior a los que había cuando se produjo el estado de Alarma, y tan solo en las últimas veinticuatro horas 1772 más. Como en la anterior ocasión, llegará tarde y mal; luego vendrán las lamentaciones y las acusaciones a las comunidades autónomas, que, la verdad sea dicha, cada una anda por su lado. Por si no se ha enterado Sánchez, los contagiados superan el número de trescientos mil y los muertos más de cuarenta y cinco mil desde el inicio de la pandemia.