Traductor

Buscar en este blog

sábado, 5 de febrero de 2022

Una progresía de capa caída

Vuelta la burra al trigo. ¡Es que, oigan, estos socialcomunistas no se enteran de lo que vale un peine o es que se creen que todos los demás somos tontos! Que no nos importa ya nada la Reforma Laboral, que ha recibido una chuminada de cambios, y a otra cosa mariposa. Lo que nos preocupa a los ciudadanos es el espectáculo que nos dieron, de a gratis, los diputados en el Congreso. Y, sobre todo, la catalana presidenta, laMaricheli. De vergüenza ajena, vergonzosa la presidenta. Que miren, que ya nos da igual si el diputado pepero, extremeño él, metió la pata en vez del dedo a la hora de votar telemáticamente. Que lo que diga, piense u opine la impresentable Lastra nos da igual, aunque no estaría de más que le hicieran un exorcismo. Tampoco nos importan las aseveraciones del sustituto de Iván Redondo.

Aquí, ahora, lo que se mira con lupa es la intervención de la presidenta del Congreso, laMaricheli, que hasta ordenó cerrar las puertas del Hemiciclo para impedir la entrada del diputado del conflicto, para que este no pudiera votar de nuevo y provocar, así, la repetición de la votación. Lo sabía bien la socialista presidenta. Sabía eso y más. Sabía que tenía que reunir a la Mesa del Congreso para examinar el caso, como le habían puesto de manifiesto los de la oposición, laPepé. Ella, lejos de acceder, como era su  obligación -y ella era consciente de eso- lo que hizo fue mentir de una manera descarada a toda España, en directo, asegurando que la Mesa ya se había reunido. Ahí está lo grave; por ahí es por donde la van a pillar la oposición y los jueces. Por muy presidenta que sea de la Cámara Baja. La tercera autoridad del país, puede terminar procesada por prevaricación. La muestra la tiene en su paisana catalana laForcadell, que ha estado en prisión hasta que la indultara elBandido Prepotente. Y camino seguía la actual presidenta del Parlamento catalán, que no quería retirar el acta a un diputado cupero, condenado por desobediencia. Ahí nos vemos.

Por otra parte, el que estará contento por todo lo ocurrido será elBandido Prepotente. Pero no se crean ustedes que por haber sacado adelante la Reforma Laboral -que también-, sino por el batacazo que se ha metido su viceministra la comunista Yolanda Díaz, promotora de la ley. Ella queda en entredicho al salir palante la ley por un solo voto equivocado y una presunta prevaricación de la presienta del Congreso. De todas formas, algo tocado queda elBandido, al que han dejado tirado sus socios de Investidura, a los que a tanto ha dado y por los que tanto ha cedido, hasta llegar a traicionar al país .

Por cierto, asegura el dueño, amo y señor del sindicato comunista CC.OO., un tal Unai -intelectual reconocido internacionalmente y progre- que la Reforma Laboral tenía que haber sido apoyada por todas las fuerzas progresistas. Lo que esta gente entiende por fuerzas progresistas son los golpistas catalanes, los independentistas vascos, los terrorista etarras y, por supuesto, el sindicato socialista, UGT, y el suyo propio, que, en menos de lo que canta un gallo, han visto incrementadas sus subvenciones por parte del Gobierno en más de un cincuenta por ciento en relación con el año pasado. Pues, que viva la progresía.