Curioso, pero real. No llevaba ni horas nombrado viceministro de Transportes, y dimitió. Dimitris Kamenos, griego él, del recién elegido Ejecutivo del "podemita" heleno Tsipras, se fue por pies. Pues, por nada, porque ese mismo día se supo -qué mala es la gente, quién sería el filtrador- que este sujeto transportista había realizado en su cuenta de Tuiter comentarios antisemitas, racistas y xenófobos. Como el que no hace la cosa, el muy cuco, se lo tenía bien callado. Son muy astutos estos del ala de la extrema izquierda.