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sábado, 23 de abril de 2022

Espías rusos y el CNI

ElBandido Prepotente trata de apaciguar los ánimos o el cabreo de los independentistas catalanes por el que ya se da por hecho espionaje del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) a más de medio centenar de catalanes ligados a la pretendida, pero malograda independencia. De hecho el ministro Bolaños se trasladará mañana a Cataluña para hablar con el bajito y feo presidente catalán, el hombre Aragonés, a quien ya le ha ofrecido elBandido las páginas de su acólito periódico, El País, para que se explaye y luego se calle. Es que el catalán ha amenazado al socialista con romper el pacto de Legislatura si no recibe una explicación convincente. ¡Aunque no tiene cojones para ello! Esto desembocaría, muy probablemente, en un adelanto electoral, y eso no le conviene a ninguno de los partidos de la Investidura, y menos a los independentistas, tanto catalanes como vascos. Porque lo más probable es que ese pacto no se volviera a renovar por desconfianza entre las partes, pero, más, seguramente, porque la derecha saldría ganadora de los comicios.

Tienen su parte de razón en este caso los independentistas-golpistas catalanes. ¡Esa es la grandeza de la democracia que pretendieron destruir! No se puede espiar a todo ciriburri así porque así. Tiene que haber una razón de mucha fuerza para que un juez permita a los servicios secretos espiar en masa y que ese espionaje pueda ampararse en los secretos de Estado. No solo tienen derecho los independentistas a saber por qué se les ha espiado y cuáles son los resultados de las investigaciones de los del CNI, lo tenemos todos Pese a que la ministra de Defensa, Margarita Robles, haya reconocido implícitamente que el espionaje ha existido, pero que siempre se ha actuado conforme a la ley con la autorización de un juez, a todos los españoles nos salta la alarma de la desconfianza al pensar que esto mismo nos puede ocurrir a cualquiera, el ser espiados por los servicios secretos, con un programa tan potente como el israelí Pegasus, cuando, por otra parte, esas labores de espionaje interno corresponderían a la Guardia Civil o, en su defecto, a la Policía Nacional. Los servicios del CNI habitualmente se utilizan para espionaje o contraespionaje en el extranjero. O, como en lo que nos ocupa, como un servicio particular del presidente del gobierno. Y eso no puede ser.

Ahora que el Gobierno socialista también debería exigir al hombre Aragonés, bajito y feo, que aporte información sobre a quién o a quiénes espiaron los servicios secretos rusos cuando los delincuentes golpistas catalanes -indultados por elBandido, en un acto de total antipatriotismo y alta traición- preparaban el Golpe de Estado con la connivencia de los comunistas rusos del criminal Putin, y los resultados de los mismos. Es más, puestos a exigir, la Fiscalía ya debería haber intervenido, incluso antes del juicio a los golpistas, para clarificar ese espionaje extranjero -ruso para más señas- y si fue constitutivo de delito, además del de sedición, de conspiración de los golpistas y de Rusia. ¡Las que entran por las que salen! Pero, ahora deben ser los dos gobiernos, el de España y el autonómico catalán, los que están obligados a dar explicaciones a todo el país. Aquí nada ni nadie se puede marchar de rositas. Tenemos derecho a saber.