Si ya lo sabía Mariano Rajoy, ya. Se la ha tenido que jugar así con Esperanza Aguirre, porque no le quedaba otro remedio. Se "cargó" a Ignacio González -con el asunto del chalé de Marbella- pero no pudo con laEspe, pese a airear bien, y todo lo más posible, el rifirrafe con los policías municipales en Madrid. Miren por dónde, ahora es la "vampiresa" quien lo tiene cogido a él, al presidente, por los cataplines. Si es que no puede ser, en esto de la política tan pronto están arriba como abajo; todo puede depender de un simple resbalón. Vean, si no, el caso de Tania Sánchez, que de Rivas Vaciamadrid aspira a pasar a ser la "primera dama" del país.