Uno de cada cuatro productos básicos escasea en Venezuela. Mi Dios, si es que no hay ni pañales para los niños, ni se encuentra un mal papel higiénico -aunque sea de lija, figúrense- para que los venezolanos puedan limpiarse un poquito el serete. La higiene -y muchas más cosas- comienza a preocupar en el país que gobierna Maduro, y el presidente de la patronal cree que la reserva de productos básicos no va a llegar ni para cuarenta días. Las filas que se crean a las entradas de los supermercados recuerdan a las que hace años se originaban en los de la comunista Unión Soviética (URSS).