Vamos, que de
ser servidor militante socialista, difícilmente saldría a la calle sin un disfraz
adecuado, con el que resultara irreconocible. No por nada en particular, jéjé.
Sólo por evitar el sonrojo de la vergüenza y la humillación a la que día sí y
día también está sometiendo a laPesoé
su líder y presidente del Gobierno de
España. Es que, oigan, que el ministro sin Cartera del Ejecutivo de
elPedroQué?, entendemos como tal el podemita
elPabloManué, no cesa en su labor de
emisario de elPresiSánchez,
prometiendo el oro y el moro, que les sale a ambos más caro que un `plato de
lentejas, el plato por el que ambos están vendiendo España.