El Senado, para Zamora

Ahora se le ocurre al presidente del Gobierno de España -ingenioso, él- insinuar que la sede del Senado podría trasladarse a Cataluña -!pues, qué bien!-. Resulta que para conseguir cosas hay que emular las actuaciones de los catalanes chulos, provocadores y sediciosos, esos que roban a España y desobedecen sus leyes.

Ya saben, alcaldesa de Zamora y presidente de la Diputación Provincial, si es que se atreven:!ármenla! Aunque no lo consigan. Así, quizá, pasarían a la historia de Zamora por haber intentado algo.

Un Senado vendría bien para Zamora. De verdad, aunque no se lo crean, no estaría mal, pero que nada mal. Seguro que mucho mejor que el Consejo Consultivo ese, el de la zona de la Catedral: !Eh, psss, hay alguien ahí! Miren, parece que no, que no hay nadie. Se han imbuido tanto, tanto, de la sobriedad y silencio y sobrecogimiento del lugar, que los de ahí dentro reflexionan a la chita callando desde maitines, como si de un convento de clausura de los de por allí se tratara, es algo mimético, el Consejo Consultivo.

Imagínenselo, Valdeón/Maíllo, el Senado en Zamora, el Senado de España -aunque no sabemos para qué sirve-, en Zamora. Las rúas del casco viejo (no antiguo, como dice Acilu) repletas de gente, los bares y restaurantes de la ciudad a rebosar, los hoteles y pensiones (habría que poner más) con las reservas para meses, las tiendas vendiendo. Y habría puestos de trabajo y habría dinero. Aunque tuviéramos que seguir soportando los injustos impuestos que aquí, en esta ciudad, nos toca pagar, pero -ya saben- los duelos con pan son menos. Bueno, bueno, la que se iba a liar.

Sólo basta con imaginárselo y después ir haciendo proyectos y luego creérselos. Y después plasmarlos. Pero, claro, tienen que contar y apoyarse en partidos políticos, sindicatos, empresarios y con los ciudadanos en general. Y si hace falta, convoquen un referéndum, verán como sale que sí, que lo queremos; no importa lo que diga el resto de España: lo decidimos nosotros y punto final, el Senado para Zamora, y si no nos vamos. 

Tenemos buenas autovías que nos unen con la capital del Reino, la capital de la Comunidad, con la cercana Extremadura,  y en breves con el Norte y Portugal; además, piensen que pronto pasará por aquí el AVE -de momento nos vamos apañando con el Alvia- y confiamos en que no sólo pase, sino que se detenga y que si hace falta un pequeño aeródromo, pues se construye, porque por espacio no vamos a llorar: éste sí iba a tener actividad, no como el fantasma que se montaron en Castellón. Tenemos teatro, palacito de congresos -por cierto, señora alcaldesa, se estaba construyendo otro en la antigua Universidad Laboral, el pequeño Escorial- y muchos pisos vacíos para poder ocupar.

No se lo piensen más. Y no lo demoren, no siendo que se les ocurra a los de Podemos, que esos van a por todas, y como sea.