De lo que se desprende que su papás no le dieron la educación mínima para vivir en sociedad; pero, así y todo, este charnego llegó a ser diputado en las Cortes. Como en todos los sitios, siempre hay alguien que es el payaso, y, en este caso, el papel le recayó a él. Y se fue elRufián al Hemiciclo con una impresora -dicho sea de paso, impresora de mierda- a ver si laViceSoraya lo detenía. A su lado, Juanito Tardá, como que no lo escuchaba, como si estuviera soporífero, una vez más, a esas horas de la mañana. Los dos republicanos prevén permanecer en su silla una temporada, incluso después de que se instaure la nueva república de la Unión Europea.