Eso, eso, con
celeridad. Que se den prisa los fiscales jefes de las cuatro provincias de la
comunidad autónoma catalana en investigar, aunque sea hasta el agotamiento, las
campañas de incitación al odio, las amenazas y las coacciones contra alcaldes,
funcionarios y particulares que no quieren colaborar con la preparación del
referéndum del UnoaCero. A esos, ahora
más que nunca, debe dirigirse de manera primordial el manto protector del Estado. Son ellos, y sus familias, y
sobre todos los niños, los que están sufriendo sin compasión, de manera
inmisericorde, cruel, el brutal acoso diario de los independentistas, de los
golpistas.