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sábado, 28 de noviembre de 2020

Sánchez no tiene agallas para coger y retorcer

Lo de este hombre es de una cara dura más grande que una carreta. Que regalemos seguridad estas Navidades. Y lo pide él, Sánchez, el presidente del Gobierno socialcomunista, que teniendo información sobre el coronavirus la ocultó para que las feministas -que no son, ni mucho menos, afortunadamente, todas las mujeres- pudieran celebrar las manifestaciones del 8M. Y lo pide él, que nos mantuvo encerrados un montón de tiempo, cometiendo desmanes mientras tanto, ocultando el número de fallecidos y de contagiados. Y lo pide él, que mantuvo indefensos a todos los sanitarios del país, sin material con el que protegerse del virus. Y lo pide él, que después de meses y meses de pandemia se ha dignado visitar, por fin, un hospital.

Su visita a La Paz, no era para interesarse por los enfermos del coronavirus. No. Si eso le hubiera preocupado verdaderamente, ya habría ido antes. Quería una foto. Sencillamente, la foto y el enfoque de las teuves. Pero, se llevó un gran chasco, muy grande, Él y su acompañante, el ministrillo de Sanidad -y porque no iba elEnterrador Simón, que si no también- se llevaron abucheos y silbidos del "cinco". Su visita resultó desagradable para la mayor parte de los madrileños que andaban por allí. Su traicionera visita -no se la comunicó a la presidenta de Madrid, Ayuso, que estaba en Barcelona y tampoco al alcalde de la ciudad, Martínez Almeida- fue la de un despreciable villano que se cuela en la casa del vecino y, lógicamente. sale "trasquilao".

Los abucheos y los silbidos a Sánchez fueron la ira contenida, la impotencia de los madrileños, por su obstinación con amargarles la vida. Ya lo hizo durante la pandemia, con gran insistencia. Ahora quiere "armonizar" los impuestos de Madrid con los del resto de España. Este armoniza lo que le viene en gana, y siempre tirando al alza para jorobar, para recaudar y, luego, malgastar, que de eso saben bien los socialcomunistas; lo llevan en los genes. 

Poco se preocupa el caradura de que todas las regiones, por eso de armonizar, tengan un cupo estilo vasco y un régimen fiscal foral como los navarros. A los vascos, ni tocarlos, que son socios de investidura y de apoyo a los Presupuestos y a los navarros -¡para quieto!-, que allí gobierna la socialista Chivite, con el apoyo a los Presupuestos de esa comunidad de los Bilduetarras. Así, de una tacada, disculpa a los golpistas, que han conformado en Cataluña un "paraíso infernal", también en lo que se refiere al cobro de impuestos.

Por cierto, los de la banda terrorista etarra, los Bilduetarras, han agradecido a Sánchez el acercamiento de presos etarras a las prisiones lindantes a las provincias vascas. Hombre, es una manera de confirmar -y quedar en ridículo, una vez más, a los socialcomunistas- que Sánchez y los Bilduetarras han pactado el apoyo de estos últimos a los Presupuestos Generales del Estado. Nadie agradece nada por nada. ¡Que se sepa! Además, y a la vez, los Bilduetarras señalan a la Guardia Civil, a la que quieren echar de las Vascongadas, acusándola de torturas a los presos etarras. Por su parte, los socialcomunistas -los amigos del alma, compañeros, del payaso comunista- afirman que ETA no existe. Y, en efecto, no hay mayor ciego que el que no quiere ver.

Por si fuera poco, nos llega la última ocurrencia del payaso comunista, que ya roza lo bordelino: pretende incorporar a los Bilduetarras y a los golpistas catalanes al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Tal cual lo leen. Solo nos faltaba que los manchados de sangre y los que quieren romper España con un Golpe de Estado tuvieran representación en el CGPJ. Ante todo esto, una parte de los ministros socialistas se han mostrado escandalizados y, en vez de dimitir o exigir que Sánchez cese al payaso comunista, culpan a laPepé -¡faltaría más!- por no llegar a un acuerdo en la conformación del CGPJ. Al fin y a la postre, un puro teatro, como todo lo que hacen los socialistas. Lo honrado sería que dejaran sus poltornas, si Sánchez no es capaz de agarrar por ciertas partes al payaso comunista y retorcer. Pero no tiene agallas.